tag:blogger.com,1999:blog-31356783736109532612024-03-05T19:10:05.800+01:00LAS 1001 NOCHESMayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.comBlogger358125tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-48654900640352232602020-11-23T08:48:00.004+01:002021-06-05T17:01:05.310+02:00LA 400ª NOCHE<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYzC8Y8ZJY9YdEOEnTH18s5-hU0QXmx6gSqsDHpeRkpbJMJBqaKGgRPHPoZlK1rAQU02nZFBlpxP4DcrwR_-shw3dfaRpyIH2BABSRbxGWva6RzFx1h8xQV8kxyLmdPrakAtRukR3Z6Gc/s1208/400+a+nit.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1208" data-original-width="1040" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYzC8Y8ZJY9YdEOEnTH18s5-hU0QXmx6gSqsDHpeRkpbJMJBqaKGgRPHPoZlK1rAQU02nZFBlpxP4DcrwR_-shw3dfaRpyIH2BABSRbxGWva6RzFx1h8xQV8kxyLmdPrakAtRukR3Z6Gc/w550-h640/400+a+nit.jpg" width="550" /></a></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p>Y CUANDO LLEGÓ LA 400ª NOCHE</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ella dijo:</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both;">... Y esta joven era tan exquisita, tan dulce y de una belleza tan viva, que la llamaban Rosa-en-el-Cáliz.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">El rey, a quien gustaba mucho que estuviera ella a su lado en los festines, por lo bien dotada que se hallaba de finura de ingenio y distinción, tenía por costumbre dar todos los años grandes fiestas, y con esta ocasión aprovecharse de la presencia en palacio de los principales personajes de su reino para jugar con ellos a la pelota.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Cuando llegó el día en que los invitados del rey se reunían con motivo de este juego de pelota, Rosa-en-el-Cáliz se sentó a su ventana para disfrutar del espectáculo. Enseguida empezó a animarse el juego, y la hija del visir, que seguía con la vista a los jugadores y observaba sus movimientos, divisó entre ellos a un joven infinitamente hermoso, de rostro encantador, de dientes sonrientes, de cintura breve y de anchos hombros. Al verle, experimentó tal placer que no pudo hartarse de contemplarle ni dejar de lanzarle ojeadas repetidas. Acabó por llamar a su nodriza, y le preguntó: </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">"¿Sabes el nombre de ese joven exquisito, tan lleno de distinción, que está en medio de los jugadores?"</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;"> La nodriza contestó: "¡Oh hija mía, todos son hermosos! No sé de cuál quieres hablar". </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">La joven dijo: "¡Espera, que voy a enseñártelo!"</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Y cogió al punto una manzana y se la arrojó al joven, que se volvió y levantó la cabeza en dirección a la ventana. Vió entonces a Rosa-en-el-Cáliz, sonriente y bella como la luna llena al iluminar las tinieblas; y de repente, sin tener tiempo de separar de allí ya su mirada, se sintió extremadamente conmovido de amor; y recitó estos versos del poeta:</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">¿Quién punzó mi corazón enamorado? ¿Fue el arquero o la flecha de tus pupilas?</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">¿De dónde vienes tan veloz, flecha acerada? ¿De la muchedumbre de guerreros o de una ventana simplemente?</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Rosa-en-el-Cáliz preguntó a su nodriza: "Y ahora, ¿puedes ya decirme el nombre de ese joven?"</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">La nodriza contestó: "Se llama Delicia-del-Mundo". </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Al oír tales palabras, la joven echó atrás la cabeza con placer y emoción, dejóse caer en el diván, gimió profundamente e improvisó estas estrofas:</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">No ha tenido por qué arrepentirse quien te llamó Delicia-del-Mundo, ¡oh tú que unes una delicadeza exquisita de modales a todas las cualidades excelentes!</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">¡Oh naciente luna llena! ¡Oh rostro brillante que alumbras el universo e iluminas el mundo!</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">¡Entre todas las criaturas, eres el único sultán de la belleza! ¡Y tengo testigos que me den la razón!</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">¿No es tu ceja la letra nun, perfectamente trazada? ¿No se asemeja la almendra de tu ojo a la letra sad, escrita por los dedos amorosos del Creador?</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">¡Y tu cintura! ¿No es la joven, la tierna rama flexible que toma todas las formas deseables?</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Si ya tu intrepidez ¡oh jinete! sobrepujó al valor de los más fuertes, ¿qué no diré de tu gracia superior y de tu hermosura?</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Terminada esta improvisación, Rosa-en-el-Cáliz cogió una hoja de papel y transcribió los versos cuidadosamente. La dobló luego y la metió en una bolsita de seda bordada en oro, la cual escondió debajo del cojín del diván.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Y he aquí que la vieja nodriza, que había observado estos diversos movimientos de su señora, se puso a charlar con ella de unas cosas y de otras hasta que la dejó dormida. Entones sacó cuidadosamente de debajo del cojín la hoja de papel, la leyó, y convencida de la pasión que sentía Rosa-en-el-Cáliz, la colocó en el mismo sitio. </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Luego, cuando se despertó la joven, le dijo: </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">"¡Oh mi señora, soy para ti la mejor y más tierna de las consejeras! Debo, pues, decirte cuán violenta es la pasión de amor, y prevenirte de que cuando se concentra en un corazón sin poder expansionarse, lo derrite aunque sea de acero, y produce en el cuerpo muchas enfermedades y deformidades. ¡Por el contrario, si la persona que sufre de este mal de amor se lo revela a otra, tal cosa sólo alivio ha de proporcionarle!"</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Al oír estas palabras de su nodriza, Rosa-en-el-Cáliz dijo: </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">"¡Oh nodriza! ¿conoces un remedio para el amor?" </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">La nodriza contestó: "Lo conozco. ¡Consiste en poseer a la persona amada!" </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">La joven preguntó: "¿Y qué hacer para conseguir esa posesión?" </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">La nodriza dijo: "¡Oh mi señora! por el pronto basta con cambiar cartas llenas de palabras dulces, de salutaciones y de cumplimientos; porque tal es el medio mejor a que para reunirse recurren dos amigos, y lo primero que hay que hacer para resolver dificultades y prevenir complicaciones. Así, pues ...</div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-72408042007901427862020-10-21T14:22:00.002+02:002020-10-21T14:22:25.511+02:00LA 399ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvaxFX_hiveLDfmmf3sWIeGlsEGDR7LzTqIfLbjsn1EWyJi4Wj7dftBi7bgqK4DcY9fg6Z5X7oI_hyphenhyphenli7U0MtSl3tbaJpka78bEbJh6TG1IoBp1TxvL6uwV0BYKXBfXsdAU9kKGAbvAJw/s1208/399+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1208" data-original-width="1040" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvaxFX_hiveLDfmmf3sWIeGlsEGDR7LzTqIfLbjsn1EWyJi4Wj7dftBi7bgqK4DcY9fg6Z5X7oI_hyphenhyphenli7U0MtSl3tbaJpka78bEbJh6TG1IoBp1TxvL6uwV0BYKXBfXsdAU9kKGAbvAJw/w550-h640/399+a+nit.jpg" width="550" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 399ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... grandes y pequeñas, jóvenes y viejas con las cuales había yo sido siempre generoso, y le dijeron: "¡Oh señora nuestra! te suplicamos que le perdones, en gracia a que ignoraba la gravedad de su falta. ¡No sabía él que nada podía contrariarte más que su visita a tu enemiga Sett Zobeida! ¡Desconocía absolutamente la rivalidad que pudiera existir entre vosotras dos! ¡Perdónale, oh señora nuestra!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"¡Está bien! le dejaré salvar la vida; pero deseo que le quede un recuerdo imborrable de su falta". E hizo seña a Sauab de que cambiase la espada por el palo. Y al punto cogió el negro una vara de flexibilidad terrible, y empezó a golpearme con ella en los sitios más sensibles de mi cuerpo. Tras de lo cual cogió un látigo y me asestó con él quinientos latigazos, enroscándolo cruelmente a mis partes más delicadas y a mis costillas. Esto os explicará, señores míos, las huellas y cicatrices que hace un rato pudisteis observar en mi cuerpo.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Después de infligirme este tratamiento, hizo que me sacaran de allí y me arrojaran a la calle, como una espuerta de basura. Entonces, arreglándome como pude, me arrastré hasta mi casa todo ensangrentado, para caer desvanecido cuan largo era apenas entré en mi habitación, abandonada desde hacía tanto tiempo. Cuando, al cabo de un largo espacio de tiempo volví de mi desmayo, acudí a un sabio cirujano, de mano muy suave, que me cuidó delicadamente las heridas, y a fuerza de bálsamos y de ungüentos logró obtener mi curación. Permanecí dos meses, empero, acostado y sin moverme; y cuando pude salir, lo primero que hice fué ir al hammam, y después de bañarme, me personé en mi tienda. En ella me apresuré a subastar cuantas cosas preciosas contenía, realicé todo lo que pude realizar, y con la suma que su importe me produjo compré cuatrocientos jóvenes mamalik, a los cuales vestí ricamente, y ese barco donde me habéis visto esta noche en su compañía. Escogí para que se mantuviese a mi derecha a uno de ellos que se parecía a Giafar, y a otro para darle las prerrogativas de portaalfanje, a ejemplo de lo que hace el Emir de los Creyentes. Y con el objeto de olvidar mis tribulaciones, me disfracé yo mismo de califa, y adquirí la costumbre de pasearme por el río todas las noches en medio de la iluminación de mi barco y de los cánticos y sones de instrumentos. ¡Y así transcurre mi vida desde hace un año, conservando la ilusión suprema de que soy el califa, por ver si con ello consigo ahuyentar de mi espíritu la pena que lo invade a partir del día en que mi esposa hizo que me castigaran tan cruelmente por culpa de la mutua rivalidad que alimentaban Sett Zobeida y ella!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Y sólo yo, que ignoraba todo aquello, sufrí las consecuencias de semejante disputa de mujeres! ¡He aquí mi triste historia, oh mis señores! ¡Y ya no me resta más que daros las gracias por haber querido reuniros con nosotros para pasar la noche amistosamente!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando el califa Harún Al-Raschid oyó esta historia, exclamó: "¡Loor a Alah, que hace que cada efecto tenga su causa!" Luego se levantó y pidió permiso al joven para retirarse con sus compañeros. Se lo permitió el joven, y el califa salió de allí para regresar al palacio, pensando en el modo de reparar la injusticia cometida con el joven por las dos mujeres. Y por su parte, estaba Giafar muy desolado de que su hermana fuese la causante de tal aventura, destinada entonces a que todo el palacio se enterase de ella.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al día siguiente, revestido con las insignias de su autoridad, en medio de sus emires y chambelanes, el califa dijo a Giafar: "¡Haz que se presente a mí el joven que nos dió hospitalidad ayer por la noche!" Y Giafar salió inmediatamente, para volver muy pronto con el joven, que besó la tierra entre las manos del califa, y después de las zalemas, le cumplimentó en versos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Encantado Al-Raschid, le mandó acercarse y sentarse al lado suyo, y le dijo: "¡Oh Mohammad-Alí!, te he llamado para oír de tus labios la historia que ayer contaste a los tres mercaderes. ¡Es prodigiosa y está llena de enseñanzas útiles!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El joven dijo, muy emocionado: "¡No podré hablar ¡oh Emir de los Creyentes! mientras no me des el pañuelo de seguridad!" El califa le tiró al punto su pañuelo en prueba de que estaba seguro, y el joven repitió su relato sin omitir detalle. Cuando acabó, Al-Raschid le dijo: "¿Y quisieras que tu esposa volviese ahora a tu lado, a pesar de sus yerros para contigo?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El joven contestó: "¡Bien venido sea todo lo que me venga de mano del califa, porque los dedos de nuestro amo son las llaves de los beneficios, y sus acciones no son acciones, sino collares preciosos, adorno de los cuellos!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces el califa dijo a Giafar: "Venga a mí ¡oh Giafar! tu hermana, la hija del emir Yahía".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y Giafar hizo que se presentara su hermana en seguida; y el califa le preguntó: "Dime, ¡oh hija de nuestro fiel Yahía! ¿conoces a este joven?" Ella contestó: "¡Oh Emir de los Creyentes! ¿desde cuándo saben las mujeres conocer a los hombres?" El califa sonrió y dijo: "Pues bien; voy a decirte su nombre. Se llama Mohammad-Alí, y es hijo del difunto síndico de los joyeros. ¡Lo pasado, pasado, y al presente deseo darte a él por esposo!" Ella contestó: "¡La dádiva de nuestro amo está por encima de nuestras cabezas y de nuestros ojos!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al momento llamó el califa al kadí y a los testigos, e hizo extender legalmente el contrato de matrimonio, uniendo aquella vez a los dos jóvenes de un modo duradero para su dicha, que fué perfecta. Y quiso retener junto a él a Mohammad-Alí para contarle entre sus íntimos hasta el fin de sus días. ¡Y he aquí cómo Al-Raschid sabía consagrar sus ocios a unir lo que estaba desunido y a hacer felices a aquellos a quienes traicionó el Destino!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero no creas, ¡oh rey afortunado! continuó Schehrazada, que esta historia, que sólo te conté para distraerte de las anécdotas cortas, pueda igualar de cerca ni de lejos a la maravillosa Historia de Rosa-En-El-Cáliz y de Delicia-Del-Mundo</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
HISTORIA DE ROSA-EN-EL-CALIZ Y DE DELICIA-DEL-MUNDO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y Schehrazada dijo al rey Schahriar:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuentan que, en la antigüedad del tiempo y el pasado de las épocas y de las edades, había un rey muy ilustre lleno de poderío y de gloria. Tenía un visir llamado Ibrahim, cuya hija era una maravilla de gracia y de belleza, superando a todas en elegancia y perfección, y estaba dotada de una inteligencia notable y de maneras notoriamente exquisitas. Además, le gustaban en extremo las reuniones animadas y el vino que da alegría, sin que desdeñase los semblantes lindos, los versos en cuanto de más refinado tienen y las historias extraordinarias. Atesoraba en sí tantas delicadas delicias, que atraía enamorados de ella a los corazones y a las cabezas, como le dijo cierta vez uno de los poetas que le cantaron:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Estoy prendado de la seductora! ¡Encantadora de turcos y árabes, conoce todas las finuras de la jurisprudencia, de la sintaxis y de las bellas letras!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Así es que cuando discutimos ambos acerca de estas cosas, he aquí lo que me dice a veces la maligna:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"¡Yo soy agente pasivo, y tú te obstinas en ponerme en el caso indirecto! ¿Por qué? ¡En cambio, dejas siempre en el acusativo a tu régimen, cuya misión es ser activo, y jamás le otorgas el signo de la erección!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Yo le digo: "¡No sólo te pertenece mi régimen, ¡oh mi señora! sino también mi vida y toda mi alma! Pero no te asombres ya de este trueque de papeles. Hoy cambiaron los tiempos y se trastornaron las cosas.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
No obstante, si a pesar de lo que te digo no quieres creer en tal cambio, ¡no dudes más y mira mi régimen! ¿No has notado que el nudo de la cabeza lo tiene en la cola?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y esta joven era tan exquisita, tan dulce y de una belleza tan viva, que la llamaban Rosa-en-el-Cáliz...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-27541827040685004362020-10-11T19:30:00.003+02:002020-10-11T19:30:52.668+02:00LA 398ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfGmIr_xPNTOI_6JoT_D52IfbuYeLjfKx4DIkqFpvux5f7cnFnWb1JR0gv3i_HbMHKYjUsWM2ITbL1B4ZOhJTUT_X1zBhYYAzS8jDPuR34we12ZVWDL9kcUwEGpojTMB381R7VSEDzDzE/s1208/398+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1208" data-original-width="1040" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfGmIr_xPNTOI_6JoT_D52IfbuYeLjfKx4DIkqFpvux5f7cnFnWb1JR0gv3i_HbMHKYjUsWM2ITbL1B4ZOhJTUT_X1zBhYYAzS8jDPuR34we12ZVWDL9kcUwEGpojTMB381R7VSEDzDzE/w550-h640/398+a+nit.jpg" width="550" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 398ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">... en la cama suntuosa que nos habían preparado las esclavas. Entonces, cuando la desnudé, pude comprobar que era una perla sin perforar y una yegua que no habían cabalgado. Mucho me regocijé con ello, ¡y puedo, por cierto, asegurar que en mi vida pasé una noche tan agradable como aquella noche en que, hasta que llegó la mañana tuve apretada contra mí a mi esposa como podría tenerse en la mano a un pichón con las alas plegadas!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y no fue solamente una noche la que pasé de esta manera, sino un mes entero, sin interrupción. Y olvidé mis intereses, mi tienda, los bienes que manejaba y mi casa con todo lo que contenía, hasta que un día, el primero del segundo mes, fué a buscarme ella, y me dijo: "Tengo precisión de ausentarme algunas horas, el tiempo preciso para ir al hammam y regresar. Te suplico que no abandones el lecho, y no te levantes hasta que esté yo de vuelta. ¡Y volveré del hammam completamente fresca, y ligera, y perfumada!" Luego, para estar más segura de que ejecutaría yo su orden, me hizo prestar juramento de que no me movería del lecho. Tras de lo cual, se llevó a dos de sus esclavas, que cogieron las toallas y los líos de ropa blanca y vestidos, y se fué con ellas al hammam.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí ¡oh señores míos! que no bien salió ella de la casa ¡por Alah! vi abrirse la puerta y entrar en mi cámara a una vieja, que me dijo, después de las zalemas: "¡Oh mi señor Mohammad! Sett Zobeida, la esposa del Emir de los Creyentes, me envía a ti para rogarte que te presentes en palacio, donde desea verte y oírte porque le han hablado en términos tan admirativos de tus maneras distinguidas, de tu cortesía y de tu hermosa voz, que tiene muchas ganas de conocerte." Contesté: "¡Por Alah! mi buena tía, Sett Zobeida me hace un honor extremado al invitarme a ir a verla; pero no puedo dejar la casa antes de que vuelva mi esposa, que ha ido al hamman."</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
La vieja me dijo: "Hijo mío, en interés tuyo te aconsejo que no difieras un instante la visita que se te pide, si no quieres que Sett Zobeida sea tu enemiga! ¡Porque te advierto, por si lo ignoras, que la enemistad de Sett Zobeida es muy peligrosa! ¡Luego regresarás a tu casa enseguida!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Estas palabras me decidieron a salir, a despecho del juramento que presté a mi esposa, y seguí a la vieja, que echó a andar delante de mí y me condujo al palacio, en el cual me introdujo sin dificultad.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando Sett Zobeida me vió entrar, me sonrió, hízome acercarme a ella, y me dijo: "¡Oh luz de los ojos! ¿eres tú el bienamado de la hermana del gran visir?" Contesté: "¡Soy tu esclavo y tu servidor!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella me dijo: "¡En verdad que no exageraron tus méritos quienes me describieron tus modales encantadores y tu manera de hablar distinguida! Deseo verte y conocerte, para juzgar con mis ojos la elección y los gustos de la hermana de Giafar. Por ahora estoy satisfecha. ¡Pero harás que mi placer llegue a sus límites extremos, si quieres dejarme oír tu voz cantando cualquier cosa!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Contesté: "¡Quiero y me honro!" Y cogí un laúd que llevó una esclava y canté dos o tres estrofas sobre el amor correspondido. Cuando cesé de cantar, me dijo Sett Zobeida: "Remate Alah su obra haciéndote más perfecto todavía de lo que eres, ¡oh joven encantador! Te agradezco que hayas venido a verme. ¡Ahora date prisa a entrar en tu casa antes del regreso de tu esposa, para que no se imagine que quiero sustraerte a su afecto!" Besé entonces la tierra entre sus manos, y salí del palacio por la misma puerta que entré.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando llegué a la casa, encontré en el lecho a mi esposa, que me había precedido. Dormía ya, y no hizo ningún movimiento indicador de que fuera a despertarse. Me eché entonces a sus pies y empecé a acariciarle las piernas con mucha suavidad. Pero de pronto abrió los ojos y me asestó fríamente en el costado un puntapié, que me hizo rodar por tierra debajo del lecho, y exclamó: "¡Oh traidor! ¡oh perjuro! ¡Faltaste a tu juramento, y has ido a ver a Sett Zobeida! ¡Por Alah, que si no tuviese horror al oprobio y a revelar en público mis intimidades, ahora mismo iría a hacer saber a Sett Zobeida las consecuencias que trae el seducir a los maridos ajenos! ¡Pero hasta entonces vas a pagar por ella y por ti!" Y dió una palmada y exclamó "¡Ya Sauab!" Al punto apareció el jefe de sus eunucos, un negro que siempre me miró atravesado, y le dijo ella: "¡Corta en seguida el cuello a este traidor, a este embustero, a este perjuro!" Inmediatamente blandió el negro su espada, se desgarró un pedazo del borde del ropón y me vendó los ojos con el jirón de tela que se había arrancado. Luego me dijo: "¡Haz tu acto de fe!" y se dispuso a cortarme la cabeza. Pero en aquel momento entraron todas las esclavas, grandes y pequeñas, jóvenes y viejas, con las cuales había yo sido siempre generoso ...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-13344901059283641692020-10-11T14:52:00.002+02:002020-10-11T14:52:51.853+02:00LA 397ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfF7NCN03jdusifqLkSrdIvaGyLD-zKZ0PkYQ7yx08nogm3tc8YgPXUcU0ZPhbcT1Lg4qbXJcgP_7BoEbIzDd3i0G-NgSnth_gICbVPriROoYTOPVW1fMuxjAYl5TwWF3XsUGiklYXN94/s1213/397+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfF7NCN03jdusifqLkSrdIvaGyLD-zKZ0PkYQ7yx08nogm3tc8YgPXUcU0ZPhbcT1Lg4qbXJcgP_7BoEbIzDd3i0G-NgSnth_gICbVPriROoYTOPVW1fMuxjAYl5TwWF3XsUGiklYXN94/w554-h640/397+a+nit.jpg" width="554" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 397ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... y seguí a pie a la joven hasta su casa. Allí le entregué el collar, y ella penetró en sus habitaciones después de rogarme que me sentara en el banco del vestíbulo para esperar la llegada del cambista que debía pagarme los cien mil dinares con sus intereses.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Estando sentado en aquel banco del vestíbulo, vi llegar a una sirviente joven, que me dijo: "¡Oh mi señor, tómate la molestia de entrar a la antecámara de la casa, pues la espera a la puerta no se hizo para personas de tu calidad!" Me levanté entonces y penetré en la antecámara, donde me senté en un escabel tapizado de terciopelo verde y así, permanecí esperando algún tiempo. Entonces vi entrar a una segunda sirviente, que me dijo: "¡Oh señor mío, mi señora te ruega que entres en la sala de recepción, donde desea que descanses hasta que llegue el cambista!" No dejé de obedecer, y seguí a la joven a la sala de recepción. Apenas llegué allá, se descorrió un gran cortinaje al fondo, y se adelantaron hacia mí cuatro esclavas que llevaban un trono de oro en el que aparecía sentada la joven, con un rostro hermoso como una luna llena y con el collar al cuello.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al ver su rostro sin velo y completamente descubierto, sentí turbárseme la razón y acelerarse los latidos de mi corazón. Y he aquí que ella hizo seña de que se retiraran a sus esclavas, avanzó hacia mí, y me dijo: "¡Oh luz de mis ojos! ¿crees que todo ser bello debe conducirse con la que le ama tan duramente como tú lo haces?" Contesté: "¡En ti está la belleza entera, y lo que de ella sobra, si sobra algo, se distribuyó entre los demás seres humanos!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella me dijo: "¡Oh joyero Mohammad-Alí, has de saber que te amo, y que si me he valido de este medio ha sido sólo para decidirte a que vengas a mi casa!" Y tras de pronunciar estas palabras se inclinó sobre mí perezosamente, y me atrajo hacia ella mirándome con ojos lánguidos. Extremadamente emocionado, cogí entonces su cabeza con mis manos y la besé varias veces, en tanto que ella me devolvía largamente mis besos y me oprimía contra sus senos duros, que sentía yo incrustarse en mí pecho. Comprendí a la sazón que no debía retroceder y quise poner en ejecución lo que en mí estaba ejecutar. Pero en el preciso momento en que el niño, completamente despierto, reclamaba con ardor a su madre, me dijo ésta: "¿Qué pretendes hacer con eso, ¡oh mi señor!?" Contesté: "¡Ocultarlo para que me deje tranquilo!" Dijo ella: "El caso es que no vas a poder ocultarlo en mí, porque no está abierta la casa. ¡Sería preciso para ello abrir una brecha antes! ¡Pues has de saber que soy una virgen intacta de toda perforación! ¡Y si crees que hablas con una mujer cualquiera o con alguna meretriz entre las meretrices de Bagdad, debes desengañarte en seguida! Porque sabrás que tal como me ves, ¡oh Mohammad-Alí! soy la hermana del gran visir Giafar, la hija de Yahía ben-Khaled Al-Barmaki".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras ¡oh señores míos! sentí que el niño caía en un profundo sueño, y comprendí cuán impropio estuvo por mi parte el escuchar sus gritos y querer acallarlos pidiendo ayuda a la joven. Sin embargo, le dije: "¡Por Alah, ¡oh mi señora! que no es mía la culpa si quise que el hijo se aprovechara de la hospitalidad que al padre se le ha dado! ¡Tú misma eres quien se mostró generosa conmigo, haciéndome ver el paraíso por las puertas abiertas de tu hospitalidad!" Ella me contestó: "¡No tienes por qué hacerme reproches, sino al contrario! Y si quieres lograrás tus fines; pero por los únicos caminos legales. ¡Todo puede ser con la voluntad de Alah! ¡Soy, en efecto, dueña de mis actos, y nadie tiene el derecho de intervenir en ellos! ¿Me quieres, pues, por esposa legítima?" Contesté "¡Claro que sí!" Al punto hizo ella ir al kadí y a los testigos, y les dijo: "He aquí a Mohammad-Alí, hijo del difunto síndico Alí. Me pide en matrimonio y me reconoce como dote este collar que me ha dado. ¡Yo acepto y consiento!" Se redactó enseguida nuestro contrato de matrimonio, y después de extenderlo nos dejaron solos. Trajeron los esclavos bebidas, copas y laúdes, y empezamos ambos a beber hasta que resplandeció nuestro ingenio. Tomó ella entonces el laúd, y cantó acompañándose con él:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Por la finura de tu talle, por tu andar orgulloso, te juro que sufro con tu alejamiento!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Ten piedad de un corazón abrasado en el fuego de tu amor!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Me exalta la copa de oro, donde al beber de su licor, encuentro vivo tu recuerdo!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Así en medio de las rosas brillantes, la flor de mirto me hace apreciar mejor los colores vivos!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando hubo ella acabado de cantar, tomé a mi vez el laúd, y después de demostrar que sabía sacar de él el mejor partido, dije estos versos del poeta, acompañándome en sordina:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Oh prodigio! ¡En tus mejillas veo unirse cosas contrarias: la frescura del agua y el rojo de la llama!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Eres para mi corazón fuego y frescura! ¡Oh, cuán amarga y dulce eres en mi corazón!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando acabamos de cantar, notamos que ya era hora de ir pensando en acostarse. La cogí en mis brazos y la tendí en la cama suntuosa que nos habían preparado las esclavas...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-50444714559475759192020-09-17T09:25:00.004+02:002020-09-17T09:25:45.593+02:00LA 396ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGi_6VXUs2gcC2RTJTIFsiuBrocd0-pVBi1L6iEdNbO0x3a6bhbEabwLbCEqxGi3SUV-vYdD0obVNVmXXC4meToJtWdX5wb7C9OjAWV8tG2IlSJokTTYM5rMAm5LNrrphekSaGS1tX0Fg/s1213/398+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1045" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGi_6VXUs2gcC2RTJTIFsiuBrocd0-pVBi1L6iEdNbO0x3a6bhbEabwLbCEqxGi3SUV-vYdD0obVNVmXXC4meToJtWdX5wb7C9OjAWV8tG2IlSJokTTYM5rMAm5LNrrphekSaGS1tX0Fg/w552-h640/398+a+nit.jpg" width="552" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 396ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"... Y me citaba en tu honor estos versos:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡La generosidad erigió su morada en medio de la palma de tu mano, e hizo de tal morada el asilo deseado!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Si un día cerrase sus puertas la generosidad, tu mano sería la llave que abriera sus cerraduras!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estos versos, se mostró muy satisfecho el joven, y ordenó que obsequiasen a Giafar con mil dinares y con un ropón tan hermoso como el que había desgarrado él, y siguieron bebiendo y divirtiéndose.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero Al-Raschid, que no estaba tranquilo desde que advirtió huellas de golpes en el cuerpo del joven, dijo a Giafar: "¡Pídele una explicación de la cosa!" Giafar contestó: "¡Mejor será tener paciencia todavía y no resultar indiscretos!" El califa dijo: "¡Por mi cabeza y por la tumba Abbas, que como no le interrogues enseguida acerca del particular Giafar! dejará de pertenecerte tu alma en cuanto lleguemos a palacio!”</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que el joven, que les estaba mirando, se dió cuenta de que aún hablaban en voz baja, y les preguntó: "¿Tanta importancia tiene eso que os decís en secreto?" Giafar contestó: "¡Nada malo es!" El joven añadió: "¡Por Alah! te suplico que me pongas al corriente de lo que os decís, sin ocultarme nada!" Giafar dijo: "¡Señor, mi compañero ha notado que tienes en los costados cicatrices y huellas de vergajos y latigazos! ¡Y está asombrado hasta el límite del asombro! ¡Y desearía ardientemente saber a consecuencia de qué aventura ha sufrido nuestro dueño el califa semejante trato, tan poco compatible con su dignidad y sus prerrogativas!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, sonrió el joven, y dijo: "¡Sea! ¡Puesto que sois extranjeros, os revelaré la causa de todo! ¡Y es mi historia tan prodigiosa y tan llena de maravillas, que si se escribiera con agujas en el ángulo interior del ojo, serviría de lección a quien la escuchase atentamente!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Sabed, señores míos, que yo no soy el Emir de los Creyentes, sino sencillamente el hijo del síndico de los joyeros de Bagdad. Me llamo Mohammad-Alí. Al morir mi padre, me dejó en herencia mucho oro, plata, perlas, rubíes, esmeraldas, alhajas y objetos de orfebrería; me dejó además propiedades edificadas, terrenos, huertos, jardines, tiendas y almacenes de reserva; y me hizo dueño de este palacio con todo lo que contiene, esclavos de ambos sexos, guardias y criados, mozos y mozas.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que, estando yo sentado un día en mi tienda en medio de los esclavos que ejecutaban mis órdenes, vi que a la puerta se paraba, y bajaba de una mula ricamente enjaezada, una joven, a la que acompañaban otras tres jóvenes, hermosas como lunas las tres. Entró en mi tienda y se sentó, mientras yo, en honor suyo, me ponía de pie; luego me preguntó: "¿Verdad que eres Mohammad-Alí el joyero?" Contesté: "¡Claro que sí, ¡oh mi señora! y soy tu esclavo, dispuesto a servirte!" Ella me dijo: "¿Tendrías alguna alhaja verdaderamente hermosa y que pudiera gustarme?" Yo le dije: "¡Oh mi señora! voy a traerte lo más hermoso de mi tienda y a ponerlo en tus manos. ¡Si llega a convenirte algo, nadie se considerará por ello más dichoso que tu esclavo; y si nada logra detener tus miradas, deploraré mi mala suerte durante toda mi vida!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Precisamente tenía yo en mi tienda cien collares preciosos, maravillosamente labrados, que en seguida hice que me trajeran y se los enseñaran. Los cogió y los miró despacio uno por uno, demostrando entender más de lo que en su caso hubiera entendido yo mismo; luego me dijo: "¡Lo quiero mejor!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces me acordé de un collarcito que mi padre compró por cien mil dinares en otro tiempo, y que tenía yo guardado, al abrigo de todas las miradas, en un precioso cofrecillo para él sólo, me levanté entonces y traje el cofrecillo en cuestión con mil precauciones y le abrí ceremoniosamente en presencia de la joven, diciéndole: "¡No creo que lo tengan igual reyes ni sultanes, grandes ni pequeños!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando la joven hubo echado una rápida ojeada al collar, lanzó un grito de júbilo y exclamó: "¡Esto es lo que en vano anhelé toda mi vida!" Luego me dijo: "¿Cuánto vale?" Contesté: "Su precio exacto de reventa fue para mi difunto padre el de cien mil dinares. ¡Si te gusta, ¡oh mi señora! llegaré al límite de la felicidad ofreciéndotelo por nada!" Me miró ella, sonrió ligeramente, y me dijo: "¡Añade al precio que acabas de decir cinco mil dinares por los intereses del capital muerto, y será de mi propiedad el collar!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Contesté: "¡Oh mi señora! el collar y su propietario actual son ya de tu propiedad y se hallan entre tus manos! ¡Nada más tengo que añadir!" Volvió ella a sonreír, y contestó: "¡Ya he dicho las condiciones de compra, y añado que te soy deudora de gratitud!" Y tras de pronunciar estas palabras, se levantó vivamente, saltó a la mula con una ligereza extrema, sin recurrir a la ayuda de sus servidores, y me dijo al partir: "¡Oh mi señor! ¿quieres acompañarme ahora mismo para llevarme el collar y cobrar el dinero en mi casa? ¡Créeme que gracias a ti el día de hoy ha sido para mí como la leche!" No quise insistir más para no contrariarla, ordené a mis criados que cerraran la tienda, y seguí a pie a la joven hasta su casa...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-64489885322003973282020-09-14T07:59:00.003+02:002020-09-14T07:59:44.612+02:00LA 395ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdPcWmXPDmh2GZDP73jjOD3oNpu01SuYD1VVepml9nTSjAe7motEbvkWOrwCq-FHREjFilCNQZqaLAbTyG1pEw31xGtH5IAO1PNjAsulCFIehLBBUuie0ozMeAYqNhgEqZhLyqGPR0C7s/s1213/395+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1045" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdPcWmXPDmh2GZDP73jjOD3oNpu01SuYD1VVepml9nTSjAe7motEbvkWOrwCq-FHREjFilCNQZqaLAbTyG1pEw31xGtH5IAO1PNjAsulCFIehLBBUuie0ozMeAYqNhgEqZhLyqGPR0C7s/w552-h640/395+a+nit.jpg" width="552" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 395ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... cuidando de no entrar en el círculo luminoso, hasta que llegaron todos a un parque que bajaba en cuesta hasta el río, y en aquel sitio amarraron el barco. Desembarcaron el falso califa y todo su séquito, y al son de los instrumentos penetraron en el parque.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando estuvo lejos el barco, el viejo jeique costeó la orilla con su barca en la oscuridad para que a su vez desembarcaran sus pasajeros. Ya en tierra, fueron a mezclarse con la muchedumbre de individuos que rodeaban al falso califa llevando antorchas en la mano.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que, mientras seguían de tal modo al cortejo, fueron advertidos por algunos mamalik y reconocidos como intrusos. Al punto, los prendieron y condujeron a presencia del joven, que les preguntó: ¿Cómo os arreglasteis para entrar aquí y por qué razón vinisteis?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Contestaron: "¡Oh señor nuestro! somos mercaderes extranjeros en este país. Hemos llegado hoy precisamente, y nos hemos aventurado al acceso a este jardín. ¡Íbamos tan tranquilos, cuando nos ha prendido vuestra gente, conduciéndonos entre vuestras manos!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El joven les dijo: "¡No temáis, ya que sois extranjeros en Bagdad! De no ser así, sin duda haría que os cortaran la cabeza!" Luego se encaró con su visir, y le dijo: "Déjales que vengan con nosotros. ¡Serán nuestros huéspedes por esta noche!" Acompañaron entonces al cortejo, y llegaron de tal suerte a un palacio que no podía compararse en magnificencia más que con el del Emir de los Creyentes.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En la puerta de aquel palacio aparecía grabada esta inscripción:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"En esta morada donde siempre es bienvenido el huésped, puso el tiempo la belleza de sus matices y lo decoró el arte, y la acogida generosa de su dueño contenta el espíritu".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entraron entonces en una sala magnífica, con el piso cubierto por una alfombra de seda amarilla, y sentándose en un trono de oro, el falso califa permitió a los demás sentarse a su alrededor. Se sirvió inmediatamente un festín; y todos comieron y se lavaron las manos; luego, cuando pusieron las bebidas encima del mantel, bebieron prolongadamente en la misma copa, que se pasaban de unos a otros. Pero cuando le llegó la vez, el califa Harún Al-Raschid no quiso beber. Entonces se encaró el falso califa con Giafar y le preguntó: "¿Por qué no quiere beber tu amigo?" Giafar contestó: "¡Hace mucho tiempo, señor, que dejó de beber!" El otro dijo: "¡En tal caso, mandaré que le sirvan otra cosa!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al punto dió una orden a uno de sus mamalik, que se apresuró a traer un frasco lleno de sorbete de manzanas, y se lo ofreció a Al-Raschid, que lo aceptó aquella vez y se puso a bebérselo con mucho gusto.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando se hizo sentir en los cerebros la bebida, el falso califa, que tenía en la mano una varita de oro, dió con ellas tres golpes en la mesa, y al momento se abrieron las dos hojas de una ancha puerta que estaba al fondo de la sala, para dar paso a dos negros que llevaban a hombros un sillón de marfil, en el cual aparecía sentada una joven esclava blanca, de rostro brillante como el sol. Colocaron el sillón frente a su amo, y se quedaron detrás en pie y sin moverse. Entonces cogió la esclava un laúd indio, lo templó, y preludió de veinticuatro modos distintos con un arte que entusiasmó al auditorio.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego volvió al primer tono, y cantó:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¿Cómo puedes consolarte lejos de mí, cuando mi corazón está de duelo por tu ausencia?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡El Destino ha separado a los amantes y está vacía la morada que resonaba con cánticos de dicha!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando el falso califa oyó cantar estos versos, lanzó un grito agudo, desgarró su hermoso traje constelado de diamantes, su camisa y la demás ropa, y cayó desvanecido. Enseguida apresuráronse los mamalik a echarle encima un manto de raso, pero no con la rapidez suficiente para que el califa, Giafar y Massrur no tuvieran tiempo de notar que el cuerpo del joven ostentaba extensas cicatrices y huellas de bastonazos y latigazos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al ver aquello, el califa dijo a Giafar: "¡Por Alah! ¡qué lástima que un joven tan hermoso tenga en el cuerpo señales que nos muestran de manera evidente que nos las tenemos que haber con algún criminal escapado de la cárcel!" Pero ya los mamalik habían vestido a su amo con otra ropa más hermosa y más rica que la anterior, y el joven volvió a sentarse en el trono como si no hubiese sucedido nada.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Advirtió entonces que los tres invitados se hablaban en voz baja, y les dijo: "¿A qué vienen esa cara de asombro y esas palabras dichas en voz baja?" Giafar contestó: "Este compañero mío me decía que ha recorrido todos los países y tratado muchos personajes y reyes, sin que jamás haya visto ninguno tan generoso como nuestro huésped. Y también se asombraba de ver que desgarrabas un traje que seguramente vale diez mil dinares. Y me citaba en tu honor estos versos...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-9473052639150786462020-09-13T12:21:00.003+02:002020-09-13T12:21:28.346+02:00LA 394ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS9rYIz-cGOPX1cV-vff2311nW-c1lYmLpRaZwxCjQEHbXrja33Vn5M9yzqa6zppb2NgvOhRAT7C8r9EWvKA8lq0r7Ik2MvEf0wknvR-xCqjqO-2H7aWy1fKz2scsvCQMHdXDAjvR5OLw/s1213/394+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1045" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS9rYIz-cGOPX1cV-vff2311nW-c1lYmLpRaZwxCjQEHbXrja33Vn5M9yzqa6zppb2NgvOhRAT7C8r9EWvKA8lq0r7Ik2MvEf0wknvR-xCqjqO-2H7aWy1fKz2scsvCQMHdXDAjvR5OLw/w552-h640/394+a+nit.jpg" width="552" /></a></div><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;">Y CUANDO LLEGÓ LA 394ª NOCHE</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Ella dijo:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">... Al oír tales palabras, Al-Raschid llegó al límite del asombro, porque no había dado nunca semejante orden, y hacía más de un año que no se paseaba por el río. Miró, pues, a Giafar y le interrogó con los ojos acerca de lo que significaba aquello. Pero Giafar, tan asombrado como el califa, se encaró con el barquero viejo, y le dijo: "¡Oh jeique" he aquí dos dinares para ti. Pero date prisa a llevarnos en tu barca y a ocultarnos en una de esas casetas abovedadas que hay a flor de agua, sencillamente para que podamos ver el paso del califa y su séquito sin que nos vean y nos prendan". Tras de dudar mucho, el barquero aceptó la oferta, y después de llevar en su barca a los tres, los guareció en una caseta y extendió sobre ellos una manta negra para que se les divisase menos aún.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Apenas se habían colocado así, vieron acercarse el barco, iluminado por la claridad de teas y antorchas que alimentaban con madera de áloe, esclavos jóvenes vestidos de raso rojo, con los hombros cubiertos con mantos amarillos y la cabeza envuelta en muselina blanca. Unos se hallaban a proa y otros a popa, y levantaban sus teas y sus antorchas, pregonando de cuando en cuando la prohibición consabida. También vieron a doscientos mamalik de pie, alineados a ambos lados del barco, rodeando un estrado situado en el centro, donde aparecía sentado en trono de oro un joven vestido con un traje de paño negro realzado con bordados de oro; y a su derecha se mantenía un hombre que se asemejaba asombrosamente al visir Giafar; y a su izquierda se mantenía con el alfanje desenvainado, otro hombre que se asemejaba exactamente a Massrur, mientras en la parte baja del estrado estaban sentadas por orden veinte cantarinas y tañedoras de instrumentos.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Al ver aquello, exclamó Al-Raschid: "¡Giafar!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">El visir contestó: “!A tus órdenes, oh Emir de los Creyentes!" El califa dijo: "¡Seguramente debe ser uno de nuestros hijos, quizá Al-Mamúm o quizá Al-Amín! Y de los dos que están de pie a su lado, uno se parece a ti y el otro a mi portaalfanje Massrur. ¡Y las que se sientan al pie del estrado parecen de un modo extraño a mis cantarinas habituales y a mis tañedoras de instrumentos! ¿Qué piensas de todo esto? ¡Yo estoy sumido en una perplejidad grande!" Giafar contestó: "¡Yo también, ¡por Alah! oh Emir de los Creyentes!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Pero ya habíase alejado de su vista el barco iluminado, y libre su angustia exclamó el viejo barquero: "¡Por fin estamos seguros! ¡No nos ha visto nadie!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Y salió de la caseta y condujo a la orilla a sus tres pasajeros. Cuando desembarcaron, se encaró con él el califa, y le preguntó: "¡Oh jeique! ¿dices que el califa viene todas las noches a pasearse como hoy en ese barco iluminado?" El otro contestó: "¡Sí, señor, y ya hace un año de esto!" El califa dijo: "¡Oh jeique! somos extranjeros que estamos de viaje, y nos gusta regocijarnos con todos los espectáculos y pasear por todos los sitios donde hay cosas hermosas que ver! ¿Quieres, pues, admitir estos diez dinares y esperarnos aquí mismo mañana a esta hora?" El barquero contestó: "¡Quiero y me honro!" Entonces se despidieron de él el califa y sus dos acompañantes y regresaron al palacio comentando aquel espectáculo extraño.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Al día siguiente, después de tener reunido el diwán durante toda la jornada y de recibir a sus visires, chambelanes, emires y lugartenientes, y de despachar los asuntos corrientes, y juzgar y condenar, y absolver, el califa se retiró a sus habitaciones, quitándose sus ropas reales para disfrazarse de mercader, y acompañado de Giafar y Massrur tomó el mismo camino que la víspera, y no tardaron en llegar al río, donde les esperaba el viejo barquero. Se metieron en la barca y fueron a ocultarse en la caseta, en la cual esperaron la llegada del barco iluminado.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">No tuvieron tiempo de impacientarse, porque algunos instantes después apareció el barco sobre el agua encendida por las antorchas y al son de los instrumentos. Y divisaron a las mismas personas que la víspera, el mismo número de mamalik y los mismos invitados, en medio de los cuales se hallaba sentado en el estrado el falso califa entre el falso Giafar y el falso Massrur.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Al ver aquello, Al-Raschid dijo a Giafar: "¡Oh visir, estoy viendo una cosa que nunca habría creído si fueran a contármela!" Luego dijo al barquero: "¡Oh jeique toma diez dinares más y condúcenos a la zaga de ese barco; y nada temas, pues no nos han de ver porque están en medio de la luz y nosotros en las tinieblas. Nuestro objeto es disfrutar el hermoso espectáculo de esta iluminación sobre el agua!" El barquero aceptó los diez dinares, y aunque muy atemorizado, empezó a remar sin ruido por la estela del barco, cuidando de no entrar en el círculo luminoso...</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><a data-blogger-escaped-style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-blogger-escaped-data-original-height="320" data-blogger-escaped-data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="cursor: move;" /></a></p>Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-36725510742196574692020-09-10T22:14:00.005+02:002020-09-10T22:15:57.017+02:00LA 393ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-5UX6jKi431VF82VZbhoOLwMvLQH7hEThOGQ0Ar4Kmg6bWrxn8FQPQSWZAR49NJKlONOr8ZjSUT4mkfTRpoIoS7a_mIDHTq5FJ6XH_CN7h1p9565KWvHliqhUw5mczHCcrMriorMeP1Y/s1213/393+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1045" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-5UX6jKi431VF82VZbhoOLwMvLQH7hEThOGQ0Ar4Kmg6bWrxn8FQPQSWZAR49NJKlONOr8ZjSUT4mkfTRpoIoS7a_mIDHTq5FJ6XH_CN7h1p9565KWvHliqhUw5mczHCcrMriorMeP1Y/w552-h640/393+a+nit.jpg" width="552" /></a></div><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;">Y CUANDO LLEGÓ LA 393ª NOCHE</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Ella dijo:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"... Y en cuanto al supuesto atractivo que da la barba a los jóvenes, ¿no sabes ¡oh jeique! los versos del poeta a este respecto?</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Escucha:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡He aquí que al nacer en su mejilla los primeros pelos, ha huido su amante!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Porque cuando el carbón de la barba ennegrece el mentón, convierte en humo los encantos del joven!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Y cuando la página en blanco del rostro se llena con lo negro de la escritura, ¿quién que no sea un ignorante querrá tomar la pluma todavía?</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Así, pues, ¡oh jeique! rindamos homenaje a Alah el Altísimo, que supo reunir en las mujeres todos los goces que pueden llenar la vida, y prometió a los profetas, a los santos y a los creyentes darles el paraíso como recompensa a las huríes maravillosas. Y claro que, si Alah el infinitamente bueno comprendiera que había en realidad fuera de las mujeres otras voluptuosidades, sin duda se las hubiese prometido y reservado a sus fieles creyentes. Sin embargo, Alah no habla nunca de los mozuelos más que para presentarlos como servidores de los elegidos en el paraíso; pero a nadie se los prometió ninguna vez con otros fines. ¡Y el mismo Profeta (¡con él la plegaria y la paz!) no se inclinó jamás en tal sentido, sino al contrario! Porque acostumbraba repetir a sus compañeros: "¡Tres cosas te hacen amar este mundo: las mujeres, los perfumes y la frescura que presta al alma la plegaria!".</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Pero mejor de lo que yo sabría hacerlo, resumen mi opinión ¡oh jeique! estos versos del poeta:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Entre trasero y trasero hay diferencia! ¡Si os acercáis a uno, se os tizna de amarillo el traje; pero si os acercáis al otro se os perfuma!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¿Cómo hay quien compare al mozo con la moza? ¿Se atrevió nunca nadie a preferir la madera olorosa del nadd a los excrementos de los cetáceos?</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Pero veo que la discusión me excitó demasiado y me hace rebasar los límites de la conveniencia en que deben mantenerse las mujeres, principalmente en presencia de los jeiques y los sabios. Me apresuro, pues, a pedir perdón a quienes hayan podido molestarse u ofenderse, y cuento con su discreción para cuando salgan de esta entrevista, porque dice el proverbio:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"¡El corazón de los hombres bien nacidos es una tumba para los secretos!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Cuando hubo acabado de contar esta anécdota, Schehrazada dijo: "¡Y esto es ¡oh rey afortunado! lo que pude recordar de las anécdotas encerradas en el Paraíso florido del ingenio y el Jardín de la galantería!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Y dijo el rey Schahriar: "¡En verdad, Schehrazada, que me encantaron en extremo esas anécdotas, y me entran ahora deseos de oír una historia como las que me contabas antes!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Schehrazada contestó:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"¡En ello pensaba precisamente!" Y dijo enseguida:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;">EL FALSO CALIFA</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Cuentan que una noche el califa Harún Al-Raschid, presa del insomnio, hizo llamar a su visir Giafar Al-Barmaki, y le dijo: "¡Tengo oprimido el pecho, y deseo ir a pasearme por las calles de Bagdad y llegar hasta el Tigris, para ver si paso la noche distraído!" Giafar contestó oyendo y obedeciendo, y al punto se disfrazó de mercader, tras de ayudar al califa a que se disfrazara de lo mismo y de llamar al portaalfanje Massrur para que les acompañara disfrazado como ellos. Luego salieron del palacio por la puerta secreta, y empezaron a recorrer lentamente las calles de Bagdad, silenciosas a aquella hora, y de esta guisa llegaron a la orilla del río. En una barca amarrada vieron a un barquero viejo que se disponía a arroparse en su manta para dormir.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Se acercaron a él, y después de las zalemas, le dijeron: "¡Oh jeique! ¡deseamos de tu amabilidad que nos lleves en tu barca para pasearnos un poco por el río, ahora que hace fresco y es deliciosa la brisa! ¡Y he aquí un dinar por tu trabajo!" Y el interpelado contestó con acento de terror en la voz: "¿Sabéis lo que pedís, señores? Por lo visto no conocéis la prohibición. ¿No veis venir hacia nosotros el barco en que se halla el califa con todo su séquito?"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Preguntaron muy asombrados: "¿Estás seguro que ese barco que se acerca lleva al propio califa?" El otro contestó: "¡Por Alah! ¿y quién no conoce en Bagdad la cara de nuestro amo el califa? ¡Sí, mis señores, es el mismo, con su visir Giafar y su portaalfanje Massrur! ¡Y mirad con ellos a los mamalik y a los cantores! Oíd cómo grita el pregonero, de pie en la proa: ".Prohibido a grandes y pequeños a jóvenes y a viejos, a notables y a plebeyos, pasearse por el río! ¡A quien contravenga esta orden se le cortará la cabeza o será colgado del mástil de su barco!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Al oír tales palabras...</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><a data-blogger-escaped-style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-blogger-escaped-data-original-height="320" data-blogger-escaped-data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="cursor: move;" /></a></p>Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-10474351965897615442020-09-08T08:03:00.002+02:002020-09-08T08:03:55.727+02:00LA 392ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIEY4W0RoV9kqv2Y6Yt4t5ZlJsoslnXnOKE8TNpgIqa91Zn5QiTI_KaWcTiT_GbDRCPtK6IMGTCm-MozkhcydAb8tJD2Mnh_Zxr_H1B4xlPd7owvhJBcKVV7otFB_8M0z2kXanXgyfwOE/s1213/392+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1045" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIEY4W0RoV9kqv2Y6Yt4t5ZlJsoslnXnOKE8TNpgIqa91Zn5QiTI_KaWcTiT_GbDRCPtK6IMGTCm-MozkhcydAb8tJD2Mnh_Zxr_H1B4xlPd7owvhJBcKVV7otFB_8M0z2kXanXgyfwOE/w552-h640/392+a+nit.jpg" width="552" /></a></div><br /><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;">Y CUANDO LLEGÓ LA 392ª NOCHE</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Ella dijo:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"... la superioridad de la belleza de los mozos sobre la de las mujeres en general".</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Al oír estas palabras, contestó Sett Zahía: "Alah perdone tus argumentos erróneos, si es que no hablaste solamente por hablar o en broma. ¡Pero ahora va a triunfar la verdad! No endurezcas tu corazón y prepara tu oído para escuchar mis argumentos.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Por Alah sobre ti! Dime dónde se halla el joven cuya belleza puede compararse con la de una joven. ¿Olvidas que la piel de una joven, no sólo tiene el resplandor y la blancura de la plata, sino también la dulzura de los terciopelos y las sedas? ¡Su cintura es la rama del mirto y del ban! ¡Su boca es una manzanilla en flor, y sus labios dos anémonas húmedas! Sus mejillas, manzanas; calabacitas de marfil, sus senos.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Su frente irradia claridad, y de continuo dudan sus dos cejas, sin saber si deben reunirse o separarse. Cuando habla, se desgranan en su boca perlas finas; cuando sonríe, se escapan torrentes de luz de sus labios, que son más dulces que la miel y más suaves que la manteca. En el hoyo de su mentón está impreso el sello de la belleza. En cuanto a su vientre, ¡qué bonito es! Tiene a los lados líneas admirables y pliegues generosos que se superponen unos a otros. Sus muslos están hechos con una sola pieza de marfil y los sostienen las columnas de sus pies, formados con pasta de almendra.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Pero por lo que respecta a sus nalgas, son de buena ley, y cuando suben y bajan se las creería las olas de un mar de cristal o montañas de luz! ¡Oh pobre jeique!, ¿acaso pueden compararse los hombres a los genios? ¿No sabes que los reyes, los califas y los más grandes personajes de que hablan los anales fueron esclavos obedientes de las mujeres y consideran como una gloria soportar su yugo?</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Cuántos hombres eminentes bajaron la frente, sojuzgados por sus encantos! ¡Cuántos abandonaron por ellas riquezas, país, padre y madre! ¡Cuántos reinos perdiéronse por ellas! ¡Oh pobre jeique!, ¿no es para ellas para quienes se levantan los palacios, se borda la seda y los brocados y se tejen las telas más ricas? ¿No es para ellas para quienes tan buscados son por su perfume agradable y dulce el ámbar y el almizcle? ¿Olvidas que sus encantos han condenado a los habitantes del paraíso, y han trastornado la tierra y el universo y han hecho correr ríos de sangre?</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Pero respecto a las Palabras que citaste del Libro, son más favorables a mi causa que a la tuya.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Son esas Palabras: "¡No prolonguéis vuestras miradas sobre los mozuelos sin barba, porque tienen ojos más tentadores que los de las huríes!" Ya ves que se trata de una alabanza directa a las huríes del paraíso, que sirven de término de comparación, siendo mujeres y no mozos. ¡Y hasta vosotros, los aficionados a los adolescentes, cuando queréis describir a vuestros amigos, comparáis sus caricias con las de las jóvenes! No os da vergüenza de vuestros gustos corrompidos, os complacéis en ellos y los satisfacéis en público.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Olvidáis las palabras del Libro: "¿Por qué buscar el amor de los varones? ¿No ha creado Alah a las mujeres para satisfacción de vuestros deseos?' ¡Gozad, pues, con ellas a vuestro sabor! ¡Pero sois un pueblo terco!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Si a veces comparáis a las jóvenes con los mozuelos, únicamente se debe a vuestros deseos corrompidos y a vuestro gusto pervertido!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Sí, conocemos bien a vuestros poetas aficionados a los mozos! ¿No ha dicho el más grande de ellos, el jeique de los pederastas, Abu-Nowas, hablando de una joven:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Igual que un joven, no tiene caderas, y hasta se ha cortado los cabellos! ¡Y he aquí que un tierno bozo sombrea su rostro y da doble valor a sus encantos! ¡Así puede satisfacer al pederasta y al adúltero!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Y en cuanto al supuesto atractivo que da la barba a los jóvenes...</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><a data-blogger-escaped-style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-blogger-escaped-data-original-height="320" data-blogger-escaped-data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="cursor: move;" /></a></p>Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-92196156826867122072020-09-06T13:17:00.004+02:002020-09-06T13:17:56.214+02:00LA 391ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgITH08uieAcBrus_Dl8r5GZEiZbb1W8eBY_UQIFEQ4o4AFDTuoI255bxW9ebuU2eqNzwX5m2Ud_Bv2XOwTtWI2YUOcpyeOMgP-3zahzhMcdgsWJoDx0ahYVadp9JOyhnuvS7VFVfbV98/s1213/391+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgITH08uieAcBrus_Dl8r5GZEiZbb1W8eBY_UQIFEQ4o4AFDTuoI255bxW9ebuU2eqNzwX5m2Ud_Bv2XOwTtWI2YUOcpyeOMgP-3zahzhMcdgsWJoDx0ahYVadp9JOyhnuvS7VFVfbV98/w554-h640/391+a+nit.jpg" width="554" /></a></div><br /><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;">Y CUANDO LLEGÓ LA 391ª NOCHE</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Ella dijo:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"...de los que prefieren los jovenzuelos a las mujeres". Mi amigo sonrió, y dijo: "¡Así es!" Ella preguntó: "¿Y por qué? ¡oh jeique!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">El dijo: "¡Porque Alah ha modelado el cuerpo de los jovenzuelos con una perfección admirable, en detrimento de las mujeres, y mis gustos me impulsan a preferir en toda cosa lo perfecto a lo imperfecto!" Ella se rió detrás de la cortina, y dijo: "¡Pues bien; si quieres defender tu opinión, estoy dispuesta a responderte!" El dijo: "¡Con mucho gusto!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Entonces le preguntó ella: "¡En tal caso, explícame cómo podrás probarme la superioridad de los hombres y de los adolescentes sobre las mujeres y las jóvenes!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">El dijo: "¡Oh mi señora! la prueba que me pides puede hacerse de una parte por la lógica del razonamiento y de otra parte por el Libro y por la Sunna.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"En efecto, dice el Corán: "Los hombres superan con mucho a las mujeres, porque Alah les ha dado la superioridad". También dice: "En cualquier herencia, la parte correspondiente al hombre debe ser el doble de la correspondiente a la mujer; así es que el hermano heredará dos veces más que su hermana". Estas palabras santas nos prueban, pues, y establecen de manera permanente, que a una mujer no se la debe considerar más que como a la mitad de un hombre.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"En cuanto a la Sunna, nos enseña que el Profeta (¡con él la plegaria y la paz!) estimaba el sacrificio expiatorio de un hombre como si tuviese dos veces más valor que el de una mujer.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Si recurrimos ahora a la lógica pura, veremos que la razón confirma la tradición y la enseñanza. En efecto, si nos preguntamos sencillamente: "¿Quién tiene la prioridad, el ser activo o el ser pasivo?", la respuesta será sin duda alguna en favor del ser activo. Y el principio activo es el hombre, y la mujer es el principio pasivo. No hay que vacilar, por tanto. ¡El hombre se halla por encima de la mujer, y el joven es preferible a la joven!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Pero Sett Zahía contestó: "¡Tus citas son exactas!, ¡oh jeique! Y contigo reconozco que en su Libro Alah ha dado a los hombres preferencia sobre las mujeres. Pero no especificó nada y habló de una manera general. ¿Por qué, pues, si buscas la perfección de las cosas, te diriges solamente a los jóvenes? ¡Deberías preferir a los hombres de barba, a los venerables jeiques de frente arrugada, pues que fueron más lejos en la vía de la perfección!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">El contestó: "Sí, por cierto, ¡oh mi señora! Pero no comparo ahora a los ancianos con las mujeres viejas, pues no se trata de eso, sino solamente de sacar deducciones de los jóvenes. En efecto, me concederás, ¡oh mi señora! que nada en la mujer puede compararse a las perfecciones de un joven hermoso, a su talle flexible, a la finura de sus miembros, al conjunto de colores tiernos que hay en sus mejillas, a la gentileza de su sonrisa y al encanto de su voz. Por cierto que para ponernos en guardia contra una cosa tan evidente, nos dice el propio Profeta: "¡No prolonguéis vuestras miradas sobre los mozuelos sin barba, porque tienen ojos más tentadores que los de las huríes!"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Además, ya sabes que la mayor alabanza que puede hacerse de la belleza de una joven es compararla con la de un mozuelo. Bien conoces los versos en que el poeta Abu-Nowas habla de todo eso, y el poema en que dice:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Tiene ella las caderas de un mozo, y se balancea al viento ligero como al soplo del Norte se balancea la rama del ban!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Así, pues, si los encantos de los jóvenes no fueran notoriamente superiores a los de las jóvenes, ¿por qué se sirven de ellos los poetas como término de comparación?</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Además, no ignoras que el adolescente no se limita a estar bien formado, sino que sabe arrebatarnos los corazones con el encanto de su lenguaje y lo agradable de sus maneras. ¡Y es tan delicioso cuando un bozo incipiente comienza a sombrear sus labios y sus mejillas, donde anidan pétalos de rosa! ¿Y es que puede encontrarse en el mundo algo comparable al encanto que en aquel momento despide? ¡Qué razón tenía el poeta Abu-Nowas al exclamar:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Me dicen sus calumniadores envidiosos: "¡Ya empiezan los pelos a hacer rugosos sus labios!" Pero yo les digo: "¡Cuán grande es vuestro error! ¿Cómo puede pareceros un defecto ese adorno?</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"¡Ese bozo realza la blancura de su cara y de sus dientes, como un engarce verde realza el brillo de las perlas! ¡Es un indicio encantador de las fuerzas nuevas que adquiere su grupa!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Han hecho las rosas juramento solemne de no borrar jamás de las mejillas de él sus colores milagrosos! ¡Saben sus párpados hablarnos con lenguaje más elocuente que el de sus labios, y sus cejas saben contestar con precisión!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"¡Los pelos, objeto de vuestra maledicencia, sólo han crecido para preservar sus encantos y ponerlos al abrigo de vuestros ojos groseros! ¡Dan al vino de su boca un sabor más pronunciado; y el verde de su barba en sus mejillas de plata les añade un color más vivo para entusiasmarnos!”</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"También ha dicho otro poeta:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Me dicen los envidiosos: "¡Cuán ciega es tu pasión! ¿No ves que ya los pelos cubren sus mejillas?"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">Yo les digo: "¡Si no estuviera la blancura de su rostro atenuada por la sombra dulce de su bozo, sería imposible que sostuvieran su resplandor mis ojos!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Y además, ¿cómo, después de haber cultivado una tierra mientras era fértil, voy a abandonarla cuando la fertiliza la primavera?"</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"Por último, ha dicho otro entre mil:</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Esbelto mozo! ¡Sus miradas y sus mejillas luchan entre sí por quién hará más víctimas entre los hombres!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Derrama sangre de corazones con una espada hecha de pétalos de narciso, y cuya vaina y cuyo tahalí se lo robaron a los mirtos!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">¡Tantas envidias suscitan sus perfecciones, que la misma belleza desea convertirse en mejilla velluda!</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">"He aquí ¡oh mi señora! pruebas bastantes para demostrar la Superioridad de la belleza de los mozos sobre la de las mujeres en general."</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: justify;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><br /></p><p class="separator" data-blogger-escaped-style="clear: both; text-align: center;" style="clear: both; margin: 0px; text-align: center;"><a data-blogger-escaped-style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-blogger-escaped-data-original-height="320" data-blogger-escaped-data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="cursor: move;" /></a></p>Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-83130656844183393412020-09-05T13:56:00.001+02:002020-09-05T13:56:49.377+02:00LA 390ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisaipyc3ntVfHmrptcMEX8HTD8x-DE9zQYuPEFQiR0jfk3-tjukVOxxWLCS1HhYF6KNDg-CSdrKdmzVVqtR8wnPC7YXASlALqLBhtoIvts2DvUZdpCoNyfPo9202GYZUMsln683rasjto/s1213/390+a+nit.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisaipyc3ntVfHmrptcMEX8HTD8x-DE9zQYuPEFQiR0jfk3-tjukVOxxWLCS1HhYF6KNDg-CSdrKdmzVVqtR8wnPC7YXASlALqLBhtoIvts2DvUZdpCoNyfPo9202GYZUMsln683rasjto/w554-h640/390+a+nit.jpg" width="554" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 390ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
...Entonces la que se llamaba Corza, templó su laúd y cantó:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Libres huríes y vírgenes,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
nos reímos de las sospechas!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Somos las gacelas de la Meca,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
a las que está prohibido espantar!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡La gente soez</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
nos acusa de vicios</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
porque tenemos los ojos lánguidos</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
y porque es encantador nuestro lenguaje!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Hacemos ademanes indecentes</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
que obligan a desviarse</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
a los musulmanes piadosos!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
A Al-Mamúm le pareció deliciosa esta canción, y preguntó a la joven: "¿De quién es?" Ella contestó: "Los versos son de Jarir, y la música es de Ibn-Soraij". Entonces, el califa y los otros dos vaciaron sus copas, mientras se retiraban las esclavas para ser reemplazadas al punto por otras diez cantoras, vestidas de seda escarlata, ceñidas con cendales escarlata, y mostrando suelto el cabello, que les caía pesadamente por la espalda. Ataviadas con aquel color rojo, semejábanse a un rubí de múltiples reflejos. Se sentaron en los sillones de oro y cantaron a coro, acompañándose cada cual con su laúd.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y Al-Mamúm se encaró con la que brillaba más en medio de sus compañeras, y le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Ella contestó: "Seducción, ¡oh Emir de los Creyentes!" El dijo: "Entonces, ¡oh Seducción! date prisa a hacernos oír tu voz sola".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y acompañándose con el laúd, Seducción cantó:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Los diamantes y los rubíes,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
los brocados y las sedas,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
importan poco a las bellas!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Sus ojos son de diamantes,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
sus labios son de rubíes,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y de seda es lo demás!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Extremadamente encantado, preguntó el califa a la cantora: "¿De quién es ese poema, ¡oh Seducción!?" Ella contestó: "Es de Adí ben-Zeid; en cuanto a la música, es muy antigua, y se desconoce al autor".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al-Mamúm, su hermano Abú-Issa y Alí ben-Hescham vaciaron sus copas, y diez nuevas cantoras, vestidas de tisú de oro y con el talle oprimido por cinturones de oro resplandecientes de pedrerías, fueron a sentarse en los sillones y cantaron como las anteriores. Y el califa preguntó a la de cintura fina: "¿Tu nombre?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo: "Gota-de-Rocío, ¡oh Emir de los Creyentes!" Dijo él: "¡Pues bien, Gota-de-Rocío, esperamos de ti unos versos!" Y al punto cantó ella:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡He bebido vino en su mejilla,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
y se me huyó la razón!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Y vestida solamente</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
con mi camisa perfumada</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
de nardo y de aromas;</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
saldré a la calle</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
para dar fe de nuestros amores,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
con mi camisa perfumada</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
de nardo y de aromas!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estos versos, exclamó Al-Mamúm: "¡Ya Alah! ¡Triunfaste, oh Gota-de-Rocío! ¡Repíteme los últimos versos!" Y pulsando las cuerdas de su laúd, Gota-de-Rocío los repitió en un tono más sentido:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Saldré a la calle</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
para darte fe de nuestros amores,</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
con mi camisa perfumada</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
de nardo y de aromas!</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y el califa le preguntó: " ¿De quién son esos versos, ¡oh Gota-de- Rocío? Ella dijo: "De Abu-Nowas, ¡oh Emir de los Creyentes! y la música es de Ishak".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando acabaron de tocar las diez esclavas, el califa quiso dar por terminada la fiesta y levantarse. Pero se adelantó Alí ben-Hescham, y le dijo: "¡Oh Emir de los Creyentes! todavía tengo una esclava que he comprado por diez mil dinares y que deseo mostrar al califa; dígnese, pues, permanecer aún algunos momentos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Si le gusta, podrá guardarla como suya; si no le gusta, no habré dejado de someterla a su opinión".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al-Mamúm dijo: "¡Venga a mí, pues, esa esclava!" En el mismo momento apareció una joven de incomparable belleza, flexible y delgada como una rama de bambú, con ojos babilónicos llenos de hechizos, con cejas de arco riguroso y con tez robada a los jazmines; ceñía a su frente una diadema enriquecida con perlas y pedrerías, sobre la cual corría este verso en letras de diamantes:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Encantadora y educada por los genios, sabe punzar los corazones con las flechas de un arco sin cuerda!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
La joven continuó avanzando lentamente, y fué a sentarse sonriendo en el sillón de oro que estaba reservado para ella. Pero apenas la vió entrar Abú-Issa, el hermano del califa, cambió de color de manera tan inquietante, que Al-Mamúm se dio cuenta de ello, y le preguntó: "¿Qué te pasa, ¡oh, hermano mío! para cambiar de color así?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El interpelado contestó: "¡Oh, Emir de los Creyentes! ¡sólo es una molestia en el hígado, que ya me ha dado otras veces!" Pero Al-Mamúm insistió y le dijo: "¿Acaso conoces a esa joven y la viste antes de hoy?" Abú-Issa no quiso negarlo, y dijo: "¿Habrá ¡oh Emir de los Creyentes! quien ignore la existencia de la luna?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El califa se encaró entonces con la joven, y le preguntó: "¿Cómo te llamas, joven?" Ella contestó: "Frescura-de-los-Ojos, ¡oh Emir de los Creyentes!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Él dijo: "¡Pues bien, Frescura-de-los-Ojos, cántanos cualquier cosa!" Y cantó ella:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¿Sabe amar quien no lleva el amor más que en su lengua, y aloja la diferencia en su corazón?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¿Sabe amar aquel cuyo corazón es una roca, mientras finge pasión su rostro?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Me han dicho que la ausencia cura las torturas del amor! Pero ¡ay! ¡no nos curó la ausencia!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Nos dicen que volvamos junto al ser amado, pero el remedio no surte efecto, porque el ser amado desconoce nuestro amor!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Maravillado de su voz, le preguntó el califa: "¿Y de quién es esa canción, ¡oh Frescura-de-los-Ojos!?" Ella dijo: "Los versos son de El-Kherzaí y la música es de Zarzur". Pero Abú-Issa, a quien sofocaba la emoción, dijo a su hermano: "¡Permíteme responderle, oh Emir de los Creyentes!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Dio el califa su aprobación, y Abú-Issa cantó:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡En mis ropas hay un cuerpo adelgazado, y un corazón torturado dentro de mi seno!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Si mantuve mi amor sin que me saliera a los ojos, fue por temor de ofender a la luna en quien se cifra!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando Alí, Padre-de-la-Belleza, hubo oído esta respuesta, comprendió que Abú-Issa amaba locamente a su esclava Frescura-de-los-Ojos. Levantóse al punto, e inclinándose ante Abú-Issa, le dijo: "¡Oh huésped mío! no se dirá que nadie formuló en mi casa un anhelo, aunque fuera mentalmente, sin haberlo realizado al instante. ¡Así, pues, si el califa quiere permitirme que haga una oferta en su presencia, Frescura-de-los-Ojos se convertirá en tu esclava!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y como el califa dió su consentimiento, Abú-Issa se llevó a la joven.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Porque tanta era la generosidad sin par de Alí y de los hombres de su época!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego, para terminar, aún contó Schehrazada esta anécdota:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">¿MUJERES O JOVENZUELOS?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuenta el sabio Omar Al-Homs:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"En el año quinientos sesenta y uno de la hégira hizo un viaje a Hama la mujer más instruida y más elocuente de Bagdad, la que todos los sabios del Irak llamaban la Maestra de los Maestros. Y he aquí que aquel año llegaron a Hama desde todas las comarcas de los países musulmanes los hombres más versados en las diversas ramas de los conocimientos; y todos se alegraban de poder oír e interrogar a esta mujer maravillosa entre todas las mujeres, que viajaba de aquel modo de país en país, en compañía de un joven hermano suyo, para sostener tesis públicas acerca de las cuestiones más difíciles, e interrogar y ser interrogada sobre todas las ciencias, la jurisprudencia, la teología y las bellas letras.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Deseoso de oírla, rogué a mí amigo el sabio jeique El-Salhaní que me acompañara al sitio donde argumentaba ella aquel día. El jeique El-Salhaní aceptó, y nos presentamos ambos en la sala donde Sett Zahía se mantenía detrás de una cortina de seda para no contravenir la costumbre de nuestra religión. Nos sentamos en un banco de la sala, y su hermano cuidó de nosotros, sirviéndonos frutas y refrescos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Después de haberme hecho anunciar a Sett Zahía, declinando mi nombre y mis títulos, empecé con ella una discusión acerca de la jurisprudencia divina y acerca de las diferentes interpretaciones que a la ley dieron los más sabios teólogos de los tiempos antiguos. En cuanto a mi amigo el jeique El-Salhaní, desde el instante que divisó al joven hermano de Sett Zahía, jovenzuelo de una belleza extraordinaria de rostro y de formas, quedó maravillado de admiración en el límite del entusiasmo, y no separó de él ya sus miradas. Así es que no tardó Sett Zahía en darse cuenta de la distracción de mi compañero, y cuando le observó, acabó por comprender los sentimientos que le animaban. Le llamó de pronto por su nombre, y le dijo: "Me parece ¡oh jeique! que eres de los que prefieren los jovenzuelos a las mujeres...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-53470572442717263722020-09-02T21:13:00.003+02:002020-09-02T21:13:57.720+02:00LA 389ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtEzmkCIx3V9vnFPWSjmZUpHHCq1jV7pVyzZpaL984NVq8fkxzkhm3v5wT4zGzZXglp5v5_8oNEMgEaa4KsRVUD9FqAnSSFi1vKIWaKS3nA81ezr0ZwqvyoCIeSFo-7csPGVcvv4fnKm8/s1213/389+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtEzmkCIx3V9vnFPWSjmZUpHHCq1jV7pVyzZpaL984NVq8fkxzkhm3v5wT4zGzZXglp5v5_8oNEMgEaa4KsRVUD9FqAnSSFi1vKIWaKS3nA81ezr0ZwqvyoCIeSFo-7csPGVcvv4fnKm8/s640/389+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 389ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">«...debe estar muy caliente la barra de hierro para que suene de esa manera el yunque!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Por fin cesó el ruido a la mañana, y vi al joven del martillo retumbante salir por la puerta grande y marcharse seguido de su escolta. Apenas desapareció, cuando fué a buscarme la joven, y me dijo: «¿Viste al joven que acaba de partir?» Contesté: «¡Sí, por cierto!» Ella me dijo: «¡Es mi marido! ¡Pero voy a contarte enseguida lo que ha pasado entre nosotros y a explicarte el porqué hube de escogerte por amante!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Has de saber que un día estaba yo sentada junto a él en el jardín, cuando me dejó de repente para desaparecer hacia la cocina. Primeramente creí que iba a satisfacer una necesidad apremiante; pero al cabo de una hora, como no le veía volver, fui en busca suya adonde pensaba encontrarle, mas no estaba allí. Volví sobre mis pasos entonces, y me dirigí a la cocina, para preguntar por él a los criados. Y al entrar le vi acostado en la estera con la servidora más ordinaria, la que fregaba los platos. Al ver aquello, me retiré a toda prisa e hice juramento de no recibirle en mi lecho mientras no me hubiese vengado de él entregándome a mi vez a un hombre de la condición más baja y del más repulsivo aspecto. Y al punto empecé a recorrer la ciudad en busca de aquel hombre.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que hacía ya cuatro días que recorría las calles con tal propósito, cuando te encontré, y tu aspecto sucio y tu olor infecto me decidieron a escogerte como el hombre más repugnante entre todos los que había visto. Ahora ha pasado lo que ha pasado, y yo cumplí mi juramento al no reconciliarme con mi marido más que después de haberme entregado a ti.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Ya puedes retirarte, por tanto, y ten la seguridad de que si mi marido volviera a acostarse con alguna de sus esclavas, no dejaría yo de hacer que te llamasen, para darle su merecido!»</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y me despidió, regalándome cuatrocientos mitkales más como gratificación. ¡Me marché entonces, y vine aquí a implorar de Alah que incitara al marido a volver al lado de la sirvienta, para que la mujer me llamase a su lado! Y tal es mi historia, ¡oh señor emir el-hadj!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y al oír estas frases, el emir el-hadj se encaró con los circunstantes, y les dijo: "Hay que perdonar sus palabras condenables a este hombre, porque lo excusa su historia!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego dijo Schehrazada:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
LA JOVEN FRESCURA-DE-LOS-OJOS</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Amrú ben-Mosseda nos cuenta la anécdota siguiente:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Un día, Abú-Issa, hijo de Harún Al-Raschid, vio en casa de su pariente Alí, hijo de Hescham, una esclava joven, llamada Frescura-de-los-Ojos, de la cual quedó violentamente prendado. Con el mayor cuidado probó Abú-Issa ocultar el secreto de su amor y no participar a nadie los sentimientos que experimentaba; pero hizo cuanto pudo para decidir indirectamente a Alí a que le vendiera su esclava.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al cabo de un largo transcurso de tiempo, comprendió que eran inútiles todos los trabajos encaminados a tal fin, y resolvió cambiar de plan. Fué en busca de su hermano el califa Al-Mamúm, hijo de Al-Raschid, y le rogó que le acompañara al palacio de Alí, con objeto de darle una sorpresa con su visita. El califa aprobó la idea; hicieron preparar los caballos y se presentaron en el palacio de Alí, hijo de Hescham.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando Alí les vió entrar, besó la tierra entre las manos del califa, e hizo abrir la sala de los festines en la cual les introdujo. Se encontraron en una sala hermosísima, cuyos pilares y muros eran de mármoles de diferentes colores, con incrustaciones de estilo griego, que trazaban dibujos muy agradables a la vista; y el piso de la sala estaba cubierto por una estera de Indias, sobre la que se extendía una alfombra de Bassra, de una pieza, que ocupaba toda la superficie de la sala a lo largo y a lo ancho.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al-Mamúm se detuvo primero un instante para admirar el techo, las paredes y el suelo, y luego dijo: "Bueno Alí, ¿a qué esperas para darnos de comer?" Al momento dió Alí una palmada, y entraron unos esclavos cargados con mil variedades de pollos, pichones y asados de todas clases, calientes y fríos; había también todo género de manjares líquidos y manjares sólidos, y especialmente mucha caza rellena con pasas y almendras, porque a Al-Mamúm le gustaba de una manera extraordinaria la caza, principalmente rellena con pasas y almendras. Acabada la comida, llevaron un vino asombroso extraído de unas uvas escogidas grano a grano y cocido con frutas perfumadas y nueces aromáticas comestibles; y en copas de oro, de plata y de cristal lo sirvieron unos jóvenes como lunas, que iban vestidos con ligeras telas ondulantes de Alejandría adornadas con delicados bordados de plata y oro; al mismo tiempo que presentaban las copas a los comensales, aquellos jóvenes les rociaban con agua de rosas almizclada, valiéndose de hisopos enriquecidos con pedrerías.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Tan encantado de todo aquello quedó el califa, que abrazó a su huésped, y le dijo: "¡Por Alah, oh Alí! ¡En adelante ya no te llamaré Alí, sino el Padre-de-la-Belleza!" Y Alí, hijo de Hescham, a quien desde entonces llamaron, efectivamente, Abul-tamal, besó la mano del califa, y luego hizo una seña a su chambelán. Enseguida se descorrió al fondo de la sala un cortinaje, y aparecieron diez jóvenes cantoras, vestidas de seda negra y hermosas como un pensil de flores. Se adelantaron y fueron a sentarse en unos sillones de oro que habían puesto en corro en la sala diez esclavos negros. Y preludiaron algo en instrumentos de cuerda, con una ciencia perfecta, cantando luego a coro una oda de amor.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces Al-Mamúm miró a la que más le había emocionado de las diez, y le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Ella contestó: "Me llamo Armonía, ¡oh Emir de los Creyentes!" El dijo: "¡Sabes llevar muy bien el nombre, Armonía! ¡Deseo oírte cantar cualquier cosa!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces Armonía templó su laúd y cantó:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Mi dulzura</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
tiene miedo de las miradas,</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
y mi corazón sensible</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
teme</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
a los ojos de los enemigos!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Pero cuando se acerca el amigo</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
el placer</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
me hace estremecerme</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
y toda derretida</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
me entrego a él!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Pero si se aleja,</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
tiemblo de emoción,</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
como la gacela</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
que pierde a su cría!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al-Mamúm le dijo encantado: "Triunfaste, ¡oh joven! ¿Y quién compuso esos versos?" Ella contestó: "Amrú Al-Zobaidí; y la música es de Mobed". El califa vació la copa que tenía en la mano, y su hermano Abú-Issa y Abul-tamal hicieron lo propio. Cuando ya dejaban las copas, entraron otras diez cantoras, vestidas de seda azul y ceñidas con cendales del Yamán bordados de oro; se acomodaron en los sitios de las diez primeras, que se marcharon entonces, y templando sus laúdes preludiaron un coro con notable maestría.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
A la sazón fijó sus miradas el califa en una de ellas, que era un cristal de roca, y le preguntó: "¿Cuál es tu nombre, ¡oh joven!?" Ella contestó: "Corza, ¡oh Emir de los Creyentes!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El dijo: "¡Pues bien, Corza, cántanos cualquier cosa!" Entonces, la que se llamaba Corza templó su laúd y cantó...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-5403202855381496622020-09-01T09:14:00.000+02:002020-09-01T09:14:01.500+02:00LA 388ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFqe2rVA7wNBp4MjAtcpEUd9hY16dTboQekztX701ZTnsurdEdhP6RTR0CKCYh3_p3WsNOl9b8K_W-vN5uB7Zu-OPeeJ933Nvi0oAxJ1u7dD0uVNFU9ul2i-YfH0zZfWfb8oQXbSBSi2w/s1213/388+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFqe2rVA7wNBp4MjAtcpEUd9hY16dTboQekztX701ZTnsurdEdhP6RTR0CKCYh3_p3WsNOl9b8K_W-vN5uB7Zu-OPeeJ933Nvi0oAxJ1u7dD0uVNFU9ul2i-YfH0zZfWfb8oQXbSBSi2w/s640/388+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 388ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"... haciéndome al mismo tiempo cosquillas, y pellizcándome, y tomando a peso mi mercancía, que encontraron enorme y de buena calidad. Y en medio de ellas no sabía yo lo que iba a ser de mí, cuando, después de vestirme y rociarme con agua de rosas, me cogieron del brazo, e igual que se conduce a un recién casado, me guiaron a una sala amueblada con una elegancia que nunca sabrá describir mi lengua, y adornada de pinturas con líneas entrelazadas y coloreadas de un modo muy agradable. Y apenas entré allí, vi tendida perezosamente en un lecho de bambú y marfil, y vestida con un traje ligero de tela de Mossul, a la propia dama consabida, que estaba rodeada por algunas de sus esclavas.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al verme me llamó, haciéndome señas para que me acercara. Me acerqué, y me dijo que me sentase; me senté. Ordenó a las esclavas entonces que nos sirvieran la comida; y nos sirvieron manjares asombrosos, cuyo nombre no podré citar nunca, pues nunca en mi vida los vi semejantes. Comí de algunos para satisfacer mi hambre, y después me lavé las manos para comer frutas. Entonces trajeron las copas de bebidas y los pebeteros llenos de perfumes; y cuando nos perfumaron con vapores de incienso y benjuí, la dama me sirvió de beber con sus propias manos, y bebió conmigo en la misma copa, hasta que nos pusimos ebrios ambos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces hizo una seña a sus esclavas, que desaparecieron todas y nos dejaron solos en la sala. Al punto ella me atrajo hacia sí y me cogió en sus brazos. Y la serví la confitura para que se endulzase, dándola los pedazos de fruta a la vez que el escarchado. Y cuando la oprimía contra mí, me sentía embriagado por el perfume de almizcle y ámbar de su cuerpo, y creía soñar o tener en mis brazos alguna hurí del paraíso.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Así estuvimos enlazados hasta por la mañana; luego me dijo ella que había llegado el momento de que me retirara, pero no sin preguntarme dónde vivía; y cuando le di las indicaciones necesarias acerca del particular, me dijo que mandaría que me avisaran en el momento favorable, y me entregó un pañuelo bordado de oro y plata, en el cual había algo atado con varios nudos, diciéndome: “¡Para que compres un pienso a tu burro!" Y salí de su casa absolutamente en el mismo estado que si saliera del paraíso.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Cuando llegué a la mondonguería donde tenía yo mi vivienda, desaté el pañuelo, diciéndome: «¡Tendrá cinco monedas de cobre, con las que al fin y al cabo habrá para comprar el almuerzo!» Pero ¡cuál no sería mi sorpresa al encontrar cincuenta mitkales de oro!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Me apresuré a hacer un agujero, enterrándolos allí, en previsión de días peores, y por dos monedas de cobre me compré un pan y una cebolla, con lo cual hice mi comida, sentado a la puerta de mi tripería y soñando con la aventura que me acaeció.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"A la caída de la tarde fué un esclavito a buscarme de parte de la que me amaba; y le seguí. Cuando llegué a la sala en que me esperaba ella, besé la tierra entre sus manos; pero me levantó ella enseguida y se echó conmigo en el lecho de bambú y de marfil, y me hizo pasar una noche tan bendita como la anterior. Y por la mañana me dió otro pañuelo de oro. Y seguí viviendo de tal suerte durante ocho días enteros, disfrutando cada vez un festín de confitura seca por una parte y otro de confitura húmeda por otra, y cincuenta mitkales de oro para mí.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Y he aquí que una noche me había presentado en su casa, y estaba ya en el lecho dispuesto a desempaquetar mi mercancía, como de costumbre, cuando de pronto entró una esclava, dijo algunas palabras al oído de su ama, y me arrastró vivamente fuera de la sala para llevarme al piso de encima, donde me encerró con llave, y se fué. Y al propio tiempo oí en la calle patear de caballos, y por la ventana que daba al patio vi entrar en la casa a un joven como la luna, acompañado por un séquito numeroso de guardias y de esclavos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entró en la sala donde se hallaba la joven, y pasó con ella toda la noche, entre holgorios, asaltos y demás cosas parecidas. Y yo oía sus movimientos y podía contar con los dedos el número de clavos que sepultaban por el ruido asombroso que cada vez hacían.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y pensaba en mi ánima: «¡Por Alah! ¡han instalado en la cama una herrería, y debe estar muy caliente la barra de hierro para que suene de esa manera el yunque! ...»</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-78635982730125818372020-08-29T21:48:00.001+02:002020-08-29T21:48:08.349+02:00LA 387ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibm9K4G4ZcklFJfjS21PidbGmHrYTdcKSZUVYBp2O0swdg1EBQVIiCpstT-zHLm2HzTS7wdghz3pQgzUEQpe6onxmzw2zQac_pIImg4VDPKZ4KV2kk1QC0dhKUyOfRmTsRp66LNK63ShY/s1213/387+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibm9K4G4ZcklFJfjS21PidbGmHrYTdcKSZUVYBp2O0swdg1EBQVIiCpstT-zHLm2HzTS7wdghz3pQgzUEQpe6onxmzw2zQac_pIImg4VDPKZ4KV2kk1QC0dhKUyOfRmTsRp66LNK63ShY/s640/387+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 387ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... Entonces dijo el emir el-hadj: “¡Que le cuelguen!” Pero el hombre se echó a los pies del emir y le dijo: “¡Oh emir! Por los méritos del Enviado de Alah (¡con él la plegaria y la paz) te conjuro que escuches mi historia, y luego harás de mí lo que juzgues equitativo hacer!" Accedió el emir con un signo de cabeza, y el condenado la horca dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Has de saber ¡oh emir nuestro! que tengo por oficio recoger las inmundicias de las calles, y además limpio tripas de carnero, para venderlas y ganarme la vida. Pero he aquí que un día iba yo tranquilamente detrás de mi borrico, cargado con tripas sin vaciar aún, que acababa de sacar del matadero, cuando me encontré con una muchedumbre de personas asustadas que huían por todas partes o se ocultaban detrás de las puertas; y un poco más lejos vi unos esclavos armados con largas varas, para dispersar a su paso a todos los transeúntes. Me informé de lo que podría ser aquello, y me contestaron que iba a pasar el harén de un gran personaje, y era preciso que no subiese por la calle ningún transeúnte. Entonces, como sabía que me exponía a un verdadero peligro si me obstinaba en continuar mi camino, paré mi borrico y me metí con él en el rincón de una muralla procurando que no me advirtieran y volviendo la cara al muro para no sentir la tentación de mirar a las mujeres de aquel gran personaje. No tardé en oír que pasaba el harén, al cual no me atrevía a mirar, y ya pensaba en volverme y continuar mi camino, cuando me sentí cogido bruscamente por dos brazos de negro, y vi mi asno entre las manos de otro negro que se alejó con él. Y aterrado volví la cabeza, y vi en la calle, mirándome todas, treinta jóvenes, en medio de las cuales se hallaba otra, comparable por sus miradas lánguidas a una gacela a quien la sed hiciese menos huraña, y por su talle frágil y elegante a la rama flexible del bambú. Y con las manos atadas a la espalda por el negro, me arrastraron a la fuerza los otros eunucos, a pesar de mis protestas y a pesar de los gritos y testimonios de todos los transeúntes que me vieron adosado al muro y que decían a mis raptores: "¡Pero si no ha hecho nada! ¡Es un pobre hombre que barre basuras y limpia tripas! ¡Es ilícito ante Alah detener y maniatar a un inocente!" Pero sin querer escuchar nada, continuaron arrastrándome en pos del harén.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"En tanto, yo pensaba para mí: ¿Qué delito he podido cometer? Sin duda todo se debe al olor bastante desagradable de las tripas que ha herido el olfato de esa dama, la cual acaso esté encinta y haya sentido entonces algún trastorno interno. Creo que tal será el motivo, quizá también mi aspecto un tanto repugnante y mi traje roto, que deja ver las vergüenzas de mi persona. ¡No hay recurso más que en Alah!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Siguieron, pues, arrastrándome los eunucos, entre las protestas de los transeúntes apiadados de mí, hasta que llegamos todos a la puerta de una casa grande, y me hicieron entrar en una antesala cuya magnificencia no sabría yo describir nunca.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y pensé en mi ánima «He aquí el sitio que se reserva para mi suplicio. ¡Me matarán, y nadie de mi familia sabrá la causa de mi desaparición!» Y en aquellos instantes también pensé en mi pobre borrico, que era tan servicial y que jamás coceaba ni derribaba las tripas o las canastas de basura.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero pronto me sacó de mis aflictivos pensamientos la llegada de un guapo esclavito, que fué a rogarme dulcemente que le siguiera, y me condujo a un hammam, donde me recibieron tres hermosas esclavas, que me dijeron: «¡Date prisa a quitarte esos andrajos!» Así lo hice, y al punto me introdujeron ellas en la sala caldeada, en la cual me bañaron con sus propias manos, encargándose una de mi cabeza, otra de mis piernas, otra de mi vientre: me dieron masaje, me friccionaron, me perfumaron y me secaron. Tras de lo cual lleváronme ropas magníficas y me rogaron que me las pusiese. Pero yo estaba muy perplejo y no sabía por dónde cogerlas ni cómo ponérmelas, porque nunca en mi vida las había visto iguales; y dije a las jóvenes: «¡Por Alah, oh mis señoras! ¡Creo que voy a seguir desnudo, pues jamás conseguiré yo solo vestirme con estas ropas tan extraordinarias!»</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces se acercaron ellas a mí riendo, y me ayudaron a vestirme, haciéndome al mismo tiempo cosquillas, y pellizcándome, y tomando a peso mi mercancía, que encontraron enorme y de buena calidad...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-83520401643254471292020-08-29T08:04:00.002+02:002020-08-29T08:04:35.608+02:00LA 386ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimcehEpPn4364SuxEXgFD4_xOUOMZpdjDt64u9NLbU9Sb9Cd6Hlp3wRtof94BcTgkFNFXwQVK7u0JdywzfCrZbjpAB_lQ0XbAyfJ18MDti0UZcYbhBXMCmyyNkpbOrgU_od6kQ0j1hV58/s1213/386+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimcehEpPn4364SuxEXgFD4_xOUOMZpdjDt64u9NLbU9Sb9Cd6Hlp3wRtof94BcTgkFNFXwQVK7u0JdywzfCrZbjpAB_lQ0XbAyfJ18MDti0UZcYbhBXMCmyyNkpbOrgU_od6kQ0j1hV58/s640/386+a+nit.jpg" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 386ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"...el tercero y último día de tu hospitalidad encantadora?" Ella me contestó: "Ya empiezas a ser indiscreto. ¡Pero, puesto que tan agradable es tu primo, puedes traérmele!" Le di las gracias y me fuí por el mismo camino que la víspera.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al llegar a mi casa, encontré allí a los guardias del califa, que me abrumaron con injurias, se apoderaron de mí y me arrastraron a la presencia de El-Mamúm. Le vi sentado en el trono como en sus peores días de cólera, con los ojos llameantes y terribles. Y apenas me divisó, exclamó: "¡Ah hijo de perro, osaste desobedecerme!" Yo le dije: "¡No, por Alah! ¡Oh, Emir de los Creyentes! ¡Puedo justificarme!" Dijo él: "¿Y cómo?" Yo contesté: "¡No te lo puedo decir más que en secreto!" Ordenó al punto a todos los circunstantes que se retiraran, y me dijo: "¡Habla!" Entonces le conté la aventura con todos sus detalles y añadí: "¡Y ahora la joven nos espera a los dos para esta noche, porque así se lo he prometido!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando oyó El-Mamúm estas palabras, se serenó y me dijo: "¡Cierto que es excelente la razón que alegas! ¡Y estuviste muy inspirado al pensar en mí para esta noche!" Y desde aquel instante ya no supo qué hacer para esperar con paciencia la llegada de la noche. Y le recomendé mucho que tuviese cuidado de no descubrirse y descubrirme llamándome por mi nombre delante de la joven. Me lo prometió formalmente, y en cuanto llegó el momento oportuno se disfrazó de mercader y me acompañó a la callejuela.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Encontramos en el sitio de costumbre dos cestos en lugar de uno, y cada cual nos colocamos en uno de ellos. Subimos así, y ya en la terraza, bajamos a la magnífica sala consabida, donde fue a reunirse con nosotros la joven, más bella que nunca aquella noche.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al verla, noté que el califa quedaba locamente prendado de ella. Pero cuando se puso a cantar, llegó él al delirio, tanto más cuanto que los vinos que nos servía la joven graciosamente nos habían ya turbado la razón. En su alegría y su entusiasmo, el califa olvidó de pronto la resolución tomada, y me dijo: "Bueno, Ishak, ¿a qué esperas para responderle con algún cántico basado en un aire nuevo de tu invención?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces, muy azorado, me vi en la obligación de contestar: "¡Escucho y obedezco, oh Emir de los Creyentes!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
No bien hubo oído estas palabras la joven, nos contempló un instante y se levantó a toda prisa para cubrirse el rostro y desaparecer, como cumple a cualquier mujer que se halle en presencia del Emir de los Creyentes. Entonces, El-Mamúm, un poco contrariado por la marcha de la joven a causa del olvido que tuvo él, me dijo: "¡Infórmate al instante quién es el dueño de esta casa!" Entonces hice llamar a la vieja nodriza y se lo pregunté de parte del califa. Me contestó ella: "¡Qué calamidad cae sobre nosotros! ¡Qué oprobio se cierne sobre nuestra cabeza! ¡Esa joven es la hija del visir Hassán ben-Sehl!" Enseguida dijo El-Mamúm: "¡A mí el visir!" La vieja desapareció temblando, y algunos momentos después hacía su entrada entre las manos del califa el visir Hassán ben-Sehl en el límite de la estupefacción.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al verle, se echó a reír El-Mamúm, y le dijo: "¿Tienes una hija?" El otro contestó: "¡Sí! ¡Oh Emir de los Creyentes!" el califa preguntó: "¿Cómo se llama?" El visir contestó: "¡Khadiga!" El califa preguntó: "¿Está casada o es virgen?" El visir contestó: "Es virgen, ¡oh Emir de los Creyentes!" El califa dijo: "¡Quiero que me la des por esposa legítima!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El visir exclamó: "¡Mi hija y yo somos los esclavos del Emir de los Creyentes!" El califa dijo: "¡Le asigno cien mil dinares de dote, que tú mismo cobrarás del tesoro en palacio mañana por la mañana! ¡Y al propio tiempo harás conducir a tu hija a palacio, con toda la magnificencia adecuada a la ceremonia del matrimonio, y sortearás entre todas las personas del cortejo de la recién casada mil poblados y mil tierras de mis propiedades particulares, como regalo de mi parte!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Tras de lo cual se levantó el califa, y le seguí. Salimos por la puerta principal aquella vez, y me dijo él: "Guárdate bien, Ishak, de hablar de la aventura a nadie. ¡Tu cabeza me responderá de tu discreción!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y guardé el secreto hasta la muerte del califa y de Sett Khadiga, que sin duda era la mujer más bella que han visto mis ojos entre las hijas de los hombres. ¡Pero Alah es más sabio!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando Schehrazada acabó de contar esta anécdota, la pequeña Doniazada exclamó desde el sitio en que permanecía acurrucada: "¡Oh hermana mía, cuán dulces y sabrosas, y gentiles son tus palabras!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y Schehrazada sonrió, y dijo: "¿Pues qué será cuando oigas la anécdota del MONDONGUERO?" Y dijo en seguida:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
EL PARTERRE FLORIDO DEL INGENIO Y EL JARDIN DE LA GALANTERIA</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
(Continuación)</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
EL MONDONGUERO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuentan que un día, en la Meca, en la época de la peregrinación anual, cuando la multitud compacta de los hadjs daba las siete vueltas alrededor de la Kaaba, se destacó del grupo un hombre, que se acercó a la pared de la Kaaba, y cogiendo con las dos manos el velo sagrado que cubría todo el edificio, se puso en actitud de orar, y exclamó con acento que le salía del fondo del corazón: "¡Haga Alah que de nuevo se enfade con su marido esa mujer, para que pueda yo acostarme con ella!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando los hadjs oyeron formular tan extraña plegaria en aquel lugar santo, se escandalizaron de tal manera, que se precipitaron sobre el hombre, lo arrojaron a tierra y lo molieron a golpes. Tras de lo cual lo arrastraron a presencia del emir el-hadj, que tenía amplios poderes para ejercer su autoridad sobre todos los peregrinos, y le dijeron: "Hemos oído a este hombre, ¡oh emir! proferir palabras impías mientras tenía cogido el velo de la Kaaba". Y le repitieron las palabras pronunciadas.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces dijo el emir el-hadj: "¡Que le cuelguen! ...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-21340626431025314342020-08-21T08:26:00.004+02:002020-08-21T08:26:58.247+02:00LA 385ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJhWGlqtwJo-O5sfns-IrPKPalkeEwcqqNa6UGYokhgZa9YvPhpJhM6Argqf3NAdkn1cETVP0kI5UZ2WBcJ0s9j2CsvAw3xMZjmVeKn7AxzXzHRvfOYHc4e0zpQE7u7vStomJCmQbxRNU/s1213/385+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJhWGlqtwJo-O5sfns-IrPKPalkeEwcqqNa6UGYokhgZa9YvPhpJhM6Argqf3NAdkn1cETVP0kI5UZ2WBcJ0s9j2CsvAw3xMZjmVeKn7AxzXzHRvfOYHc4e0zpQE7u7vStomJCmQbxRNU/s640/385+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 385ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"...individuos tan exquisitos en el zoco de los tejedores!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Tras de lo cual sirvieron un festín, en el que no escatimaron las frutas ni las flores; y ella misma me ofrecía los mejores bocados.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego, cuando levantaron el mantel, trajeron las bebidas y las copas, y ella misma me echó de beber, y me dijo: "He aquí el momento mejor de la conversación. ¿Sabes historias bonitas?" Me incliné y enseguida le conté una porción de detalles divertidos acerca de los reyes, de su corte y de sus maneras, hasta el punto de que me interrumpió de pronto ella para decirme: "¡En verdad que estoy sorprendida prodigiosamente de ver a un tejedor tan al corriente de las costumbres de los reyes!" Contesté: "¡Pues no tiene nada de particular, porque un vecino mío, que es un hombre delicioso, tiene entrada en el palacio del califa, y en sus momentos de ocio se complace en afinarme el ingenio con sus propios conocimientos!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella me dijo: "¡En ese caso, no admiro menos la firmeza de tu memoria, que con tanta exactitud retiene detalles tan preciosos!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Eso fué todo! Y aspirando los perfumes de nardo y áloe que aromaban la sala, y contemplando aquella belleza y escuchando cómo me hablaba con los ojos y los labios, me sentía yo en el límite del entusiasmo, y pensaba para mi ánima: "¿Qué haría el califa si estuviese aquí en mi caso? ¡Seguramente que no sería ya dueño de sí y estallaría de amor!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
La joven me dijo después: "En verdad, eres un hombre excesivamente distinguido; adornan tu espíritu conocimientos muy interesantes y tus maneras son en extremo refinadas. ¡Ya no me queda más que una cosa que pedirte!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Contesté: "¡Sobre mi cabeza y sobre mis ojos!" Ella dijo: "¡Deseo oírte cantar algunos versos acompañándote con el laúd!" Pero a mí, como músico de profesión, no me agradaba cantar yo mismo; así es que contesté: "En otro tiempo cultivé el arte del canto, pero, como no llegué a obtener un resultado apetecible, preferí abandonarlo. Bien quisiera ejecutar algo; pero me sirve de excusa mi ignorancia. En cuanto a ti, ¡oh señora mía! todo me indica que debes tener una voz perfectamente hermosa. ¿Por qué no nos cantas algo, para hacernos la noche más deliciosa aún?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Hizo ella entonces que le llevaran un laúd, y cantó. Y en mi vida hube de oír timbre de voz más lleno, más grave y más perfecto, unido a una ciencia de los efectos tan consumada. Vió ella mi delectación, y me preguntó: "¿Sabes de quién son los versos y de quién la música?" Aunque lo había notado, contesté: "Lo ignoro por completo, ¡oh mi señora!" Ella exclamó: "¿Pero es posible que pueda ignorar este aire alguien en el mundo? ¡Sabe, pues, que los versos son de Abu-Nowas, y la música, que es admirable, es del gran músico Ishak de Mossul!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Yo contesté, sin descubrirme: "¡Por Alah! ¡Ishak no supone ya nada a tu lado!" Ella exclamó: "¡Bakh! ¡bakh! ¡en que error estás! ¿Hay en el mundo alguien que pueda igualarse a Ishak? ¡Bien se ve que no le oíste nunca!" Luego siguió cantando más todavía e interrumpíase para ver si no carecía yo de nada; y continuamos disfrutando de tal suerte hasta la aparición de la aurora.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces, una vieja, que debía ser la nodriza de la joven, fue a prevenirla de que había llegado la hora de separarnos; y antes de retirarse, me dijo la joven: "¿Tendré que recomendarte discreción, ¡oh mi huésped!? ¡Las reuniones íntimas son como la prenda que se deja a la puerta antes de marchar!" Yo contesté, inclinándome: "¡No soy de quienes necesitan semejantes recomendaciones!" Y una vez que me despedí de ella, me metieron en el cesto y me bajaron a la calle.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Llegué a mi casa y recé la plegaria de la mañana, metiéndome luego en la cama donde estuve durmiendo hasta la tarde. Cuando me desperté, me vestí de prisa y me presenté en el palacio, pero los chambelanes me dijeron que el califa había salido y dejó para mí recado de que esperara su regreso, porque tenía por la noche un festín y le era necesaria mi presencia para que cantase. Le esperé un buen rato; pero como el califa tardaba en volver, me dije que sería una locura faltar a una velada como la de la víspera y corrí a la callejuela, donde encontré el cesto colgante. Me metí dentro, y ya arriba, me presenté a la dama.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al verme, me dijo ella riendo: "¡Por Alah! ¡Me parece que tienes intención de aposentarte entre nosotras!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Me incliné y contesté: "¿Y quién no lo anhelaría? Pero ya sabes ¡oh mi señora! que los derechos, de hospitalidad duran tres días, y no estamos más que en el segundo. ¡Si vuelvo después de pasado el tercero, podrás tomar mi sangre!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pasamos aquella noche muy agradablemente, charlando, contándonos historias, recitando versos y cantando, como la víspera. Pero en el momento de bajar dentro del cesto, pensé en la cólera del califa, y me dije: "No admitirá excusa ninguna, a no ser que le cuente la aventura. ¡Y no creerá la aventura, a no ser que la compruebe por sí mismo!" Me encaré entonces con la joven, y le dije: "¡Oh mi señora! ¡Veo que te gustan el canto y las buenas voces! ¡Y he aquí que tengo un primo mucho más guapo de cara que yo, mucho más distinguido de modales, con mucho más talento que yo y que conoce mejor que nadie en el mundo los aires de Ishak de Mossul! ¿Quieres, pues, permitirme que le traiga conmigo mañana, que es el tercero y último día de tu hospitalidad encantadora? ...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-56988515746192904672020-08-16T21:27:00.001+02:002020-08-16T21:27:21.327+02:00LA 384ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMtelmelU3yKR1eepDS7-G4zkyG1POak435hZLMh9UkvZhNp5ukkEqtFt0ukeu-dIILC8IGUrJAE1wXiLH0Kg4xlUHO0oFhRtsyMyqR0Opl-MyaJQjYeu0uPFKND-xrGpG4_ptnpmzlG4/s1213/384+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1049" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMtelmelU3yKR1eepDS7-G4zkyG1POak435hZLMh9UkvZhNp5ukkEqtFt0ukeu-dIILC8IGUrJAE1wXiLH0Kg4xlUHO0oFhRtsyMyqR0Opl-MyaJQjYeu0uPFKND-xrGpG4_ptnpmzlG4/s640/384+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 384ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... Tenía en una mano la botella y en la otra mano una copa de oro, sobre la cual aparecía grabada en rubíes esta inscripción:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¿Qué filtro o qué tríaca, qué bálsamo o qué díctamo vale lo que este licor purpúreo, de sabor exquisito, remedio universal para los males del cuerpo y para el fastidio?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que el sabio médico Yahia encontrábase en aquel momento junto al califa, y al leer esta inscripción se echó a reír, y dijo al califa: "¡Por Alah, ¡oh Emir de los Creyentes! esta joven y la medicina que te trae te harán recuperar las fuerzas mejor que todos los remedios antiguos y modernos!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego, sin interrumpirse, comenzó inmediatamente Schehrazada la siguiente anécdota:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">EL CALIFA EN EL CESTO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Esta historia nos la transmitió el famoso cantor Ishak de Mossul.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Dice:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Una noche había yo salido tarde de un festín en el palacio del califa El-Mamúm, y como estaba muy molesto a causa, de una retención de orina que padecía, me metí por una callejuela en la que no se veía luz, me acerqué a una tapia, aunque no me puse tan cerca de ella como para que me salpicaran mis propios orines, me agaché cómodamente y sentí un gran alivio meando cuanto pude. Apenas acabé y me sacudí, noté que en medio de la oscuridad me caía una cosa encima de la cabeza. Salté sobre mis piernas, muy sorprendido en verdad; atrapé el objeto, y después de palparlo por todos lados, observé con verdadero asombro que era un cesto grande atado por sus cuatro asas con una cuerda que pendía de la casa ante la cual me hallaba yo. Lo palpé más aún, y encontré que por dentro estaba forrado de seda y tenía dos cojines que olían bien.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Como había yo bebido un poco más que de costumbre, mi espíritu enervado me impulsó a sentarme en aquel cesto que me invitaba al reposo. No pude resistir a la tentación, y me senté en el cesto, y antes de que tuviera tiempo de echar pie a tierra, me vi elevado rápidamente hasta la terraza, donde me cogieron sin decir una palabra cuatro jóvenes, que me llevaron a la casa y me invitaron a seguirlas. Una de ellas echó a andar delante de mí con una antorcha en la mano, y las otras tres se mantuvieron detrás de mí, e hiciéronme bajar por una escalera de mármol y entrar en una sala de magnificencia comparable a la del palacio del califa. Y pensé para mi ánima: "¡Me deben tomar por otro a quien hayan dado cita esta noche! ¡Alah arreglará la situación!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Estando yo aún en aquella perplejidad, se alzó un cortinaje de seda que ocultaba una parte de la sala, y vi a diez jóvenes arrebatadoras, y de talle frágil y andares exquisitos, llevando antorchas unas y las otras pebeteros de oro, donde ardían nardo y áloe de la mejor calidad. En medio de ellas avanzaba como una luna otra joven que hubiera dado celos a las estrellas todas. Se balanceaba al andar y miraba graciosamente de soslayo, levantando las almas más pesadas. Y he aquí que al verla salté sobre ambos pies y me incliné hasta el suelo ante ella. Y me miró sonriendo, y me dijo: "¡Bien venido sea el visitante!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego se sentó y añadió con una voz encantadora: "¡Descansa, señor!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Me senté, disipada ya la borrachera de vino, pero presa de otra embriaguez más fuerte. Entonces me dijo ella: "¿Y cómo se te ha ocurrido venir a nuestra casa y sentarte en el cesto?" Contesté: "¡Oh mi señora! es la molestia que me ocasionaba mi mal de orina la que solamente me ha impulsado a venir a esta calle; luego el vino me hizo sentarme en el cesto, y ahora es tu generosidad quien me introduce en esta sala, donde tus encantos reemplazaron en mi cerebro la borrachera con otra clase de embriaguez".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, la joven pareció muy satisfecha, y me preguntó: "¿Qué oficio tienes?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Me guardé bien de decirle que era cantor y músico del califa, y le contesté: "¡Soy tejedor del zoco de los tejedores de Bagdad!" Ella me dijo: "Pues tus maneras son exquisitas y honran al zoco de los tejedores. ¡Si a ellas unes el conocimiento de la poesía, no tendremos que arrepentirnos de haberte recibido entre nosotras! ¿Sabes versos?" Contesté: "¡Uno que otro!" Dijo ella: "¡Recítanos algunos, entonces!" Contesté: "¡Oh mi señora! siempre está el visitante un poco sobrecogido por el recibimiento que se le hace. ¡Aliéntame, pues, empezando tú la primera por recitarnos algunas poesías de tu agrado!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella me contestó: "¡Con mucho gusto!" Y al punto me recitó admirables poemas escogidos de los poetas más antiguos, como Amri'lkais, Zohair, Antara, Nabigha, Amrú ben-Kalthum, Tharafa y Chanfara, y de los poetas más modernos, como Abu-Nowas, El-Rakaschí, Abu-Mossab y los demás. Y estaba yo tan maravillado de su dicción como deslumbrado por su hermosura. Luego me dijo: "¡Creo que ya se te habrá pasado la emoción!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Dije: "¡Sí, por Alah!" Y a mi vez escogí entre los versos que conocía los más delicados, y se los recité con mucho sentimiento. Cuando terminé, me dijo ella: "¡Por Alah!, que no sabía que hubiese individuos tan exquisitos en el zoco de los tejedores...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-82772038539826189712020-08-16T10:50:00.001+02:002020-08-16T10:50:26.309+02:00LA 383ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKNt1pCtqIsg0o5rMhiUP1aCjqZsZgOE_YloB6Em8117RT_ShwfYZuM1yC2l1Bn2Xk99nGa6mF1xcL0iQPgfbQret9SYmDz6PiPqANH3iEl2ISSBFF_-7ec2B72w8hOa6nXQoHC2VvS_A/s1213/383+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1038" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKNt1pCtqIsg0o5rMhiUP1aCjqZsZgOE_YloB6Em8117RT_ShwfYZuM1yC2l1Bn2Xk99nGa6mF1xcL0iQPgfbQret9SYmDz6PiPqANH3iEl2ISSBFF_-7ec2B72w8hOa6nXQoHC2VvS_A/s640/383+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 383ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
...y se apresuraron a enviarle sus hijos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero como no sabía leer ni escribir, se valió él de un medio muy ingenioso para salir del compromiso; consistía este medio en hacer que los chicos que sabían leer y escribir un poco dieran la lección a los que no sabían nada absolutamente, en tanto que él hacía como que vigilaba, aprobando y desaprobando. De este modo prosperó la escuela, y los negocios del maestro iban viento en popa.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Un día que estaba con su varita en la mano y lanzaba miradas terribles a los pobres niños, cohibidos por el espanto, entró en la sala una mujer llevando en la mano una carta, y se dirigió al maestro para rogarle que se la leyese, lo cual es muy corriente en las mujeres que no saben leer. Al verla, el maestro de escuela no supo qué hacer para evitar semejante prueba, y de pronto se levantó muy presuroso para salir. Pero la mujer le detuvo, suplicándole que antes de salir le leyera la carta.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El contestó: "¡No puedo esperar más, porque el muecín acaba de anunciar la plegaria del mediodía y tengo que ir a la mezquita!" Pero la mujer no le dejó, y le dijo: "¡Por Alah sobre ti! ¡Acaba de llegarme esta carta de mi esposo, que está ausente hace cinco años, y sólo tú en el barrio puedes leérmela!" Y le obligó a coger la carta.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El maestro de escuela se vió obligado entonces a coger la carta; pero la había puesto invertida, y en vista del apuro en que se encontraba, empezó a fruncir las cejas, mirando la escritura, y a golpearse la frente y a quitarse el turbante, sudando de angustia.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al ver aquello, pensó la pobre mujer: "¡No cabe duda! ¡Cuando el maestro de escuela se pone tan agitado, debe estar leyendo malas noticias! ¡Qué calamidad! ¡Tal vez haya muerto mi esposo!" Luego, llena de ansiedad, preguntó al maestro de escuela: "¡Por favor, no me ocultes nada! ¿Ha muerto?" Por toda respuesta, levantó la cabeza con un gesto vago y guardó silencio. Ella exclamó entonces: "¡Qué calamidad ha caído sobre mi cabeza! ¿Debo desgarrarme los vestidos?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El contestó: "¡Desgárratelos!" Ella preguntó, en el límite de la ansiedad: "¿Debo abofetearme y arañarme las mejillas?" El contestó: "¡Abofetéate y aráñate!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, la pobre mujer, enloquecida salió de la escuela y corrió a su casa, llenándola con sus gritos de dolor. Entonces acudieron a ella todos los vecinos, y se pusieron a consolarla; mas en vano. En aquel momento entró uno de los parientes de la desdichada, vió la carta, y cuando la leyó, dijo a la mujer: "¿Pero quién ha podido anunciarte la muerte de tu esposo? En la carta no se habla de semejante cosa. Mira lo que dice: "Después de las zalemas y los votos, ¡oh hija de mi tío! continúo gozando de una salud excelente, y espero estar de vuelta a tu lado dentro de quince días. Pero antes, para probarte mi solicitud, te enviaré una tela de lino envuelta en una manta. ¡Uassalam!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
La mujer cogió entonces la carta y volvió a la escuela para reprochar al maestro que la hubiese engañado de aquel modo. Le encontró sentado a la puerta, y le dijo: "¿No es para ti una vergüenza engañar de esta manera a una pobre mujer anunciándola la muerte de su esposo, cuando en la carta se dice que mi esposo ha de volver muy pronto y que me envía de antemano una tela y una manta?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, contestó el maestro de escuela: "Ciertamente ¡oh pobre mujer!, que tienes razón para reprocharme. Pero perdóname, pues en el momento en que yo tenía tu carta entre las manos estaba muy preocupado, y al leer un poco de prisa y de cualquier modo, creí que la tela y la manta eran un recuerdo que te enviaban por haber pertenecido a tu esposo muerto."</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego dijo Schehrazada:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
LA INSCRIPCION DE UNA CAMISA</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuentan que habiendo ido un día El-Amín, hermano del califa ElMamúm, de visita a casa de su tío El-Mahdí, vió a una esclava muy bella que tocaba el laúd, y quedó enamorado de ella al punto. Como El-Mahdí no tardó en notar la impresión que la esclava había producido en su sobrino, con objeto de darle una sorpresa agradable esperó a que se marchase para enviarle la esclava con alhajas y ricos trajes. Pero a El-Amín le pareció que ya su tío habría gustado las primicias de la joven y se la daba desflorada, porque sabía que su tío era excesivamente aficionado a la fruta verde aún. No quiso, pues, aceptar la esclava, y se la devolvió con una carta en que le decía que una manzana mordida por el jardinero antes de madurar, no endulzará nunca la boca del comprador.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces El-Mahdí hizo desnudarse por completo a la joven, la puso en la mano un laúd, y se la envió de nuevo a El-Amín vestida solamente con una camisa de seda, en la cual aparecía esta inscripción con letras de oro:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡El botín oculto en la sombra de mis pliegues está virgen de todo tocamiento!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Sólo lo ha examinado la mirada para admirar sus perfecciones!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al ver los encantos de la esclava vestida con aquella camisa tan gentil, y al leer la inscripción, El-Amín no tuvo ya motivo para rehusar, y aceptó el regalo, honrándolo particularmente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Aquella noche todavía dijo Schehrazada:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
LA INSCRIPCION DE UNA COPA</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El califa El-Motawakkel cayó un día enfermo, y su médico Yahia le recetó remedios tan excelentes, que se disipó la enfermedad y sobrevino la convalecencia. Entonces afluyeron a él de todas partes regalos de felicitación. Y he aquí que, entre otros obsequios, el califa recibió de Ibn-Khatán, como presente, una joven intacta, cuyos senos desafiaban por su hermosa forma a los senos de todas las mujeres de su época.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al propio tiempo que su belleza, la joven llevaba para el califa, al presentarse a él, una botella de cristal llena de un vino selecto. Tenía en una mano la botella y en la otra mano una copa de oro, sobre la cual aparecía grabada en rubíes esta inscripción...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-48049929232123882132020-08-15T09:41:00.002+02:002020-08-15T09:42:09.400+02:00LA 382ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVi-lb02UgiVeyTs86mguHY6iCtz1ppxCnk_vpbZLSIANqnMfJcx4bIm3_jLW9lPFCHcIr1MyA8_l4ZyNtnQTnkxduL0L_AdEUUC6ayA11iJZ30_TxldurICb9LJXgk7WC2OCskvoEBrI/s1213/382+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1048" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVi-lb02UgiVeyTs86mguHY6iCtz1ppxCnk_vpbZLSIANqnMfJcx4bIm3_jLW9lPFCHcIr1MyA8_l4ZyNtnQTnkxduL0L_AdEUUC6ayA11iJZ30_TxldurICb9LJXgk7WC2OCskvoEBrI/s640/382+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 382ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
...Entonces, aprovechando la ocasión que se le presentaba, exclamó Schirín: "¡Mira el pescador! ¡Qué ignominia la suya! ¡Se le cae un dracma, y en vez de dejarlo para que se lo lleve algún pobre, es tan vil que lo recoge a despecho del menesteroso!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Estas palabras impresionaron mucho a Khosrú, que hizo llamar de nuevo al pescador y le dijo: "¡Oh ser abyecto! ¡Parece mentira que seas un hombre con alma tan pequeña! ¡Te pierde esa avaricia que te impulsa a dejar un saco lleno de oro por recoger un solo dracma que ha caído para suerte del menesteroso!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces el pescador besó la tierra y contestó: "¡Alah prolongue la vida del rey! Si recogí ese dracma, no es porque me seduzca su importe, sino porque tiene otro gran valor a mis ojos. ¿No lleva, en efecto, sobre una de sus caras la imagen del rey y su nombre sobre la otra? No he querido dejarlo expuesto a que, por inadvertencia, lo pisaran los pies de alguno. ¡Y me apresuré a recogerlo, siguiendo así el ejemplo del rey que me sacó del polvo, aunque apenas valgo lo que un dracma!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Tanto gustó esta respuesta al rey Khosrú, que hizo que dieran cuatro mil dracmas más al pescador, y ordenó a los pregoneros públicos que gritaran por todo el Imperio: "No hay que dejarse guiar nunca por el consejo de las mujeres. ¡Porque quien las escucha comete dos faltas cuando quiere evitar la mitad de una!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír esta anécdota, dijo el rey Schahriar: "Apruebo completamente la conducta de Khosrú y su desconfianza con respecto a las mujeres. ¡Ellas son la causa de muchas calamidades!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero ya decía Schehrazada sonriendo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
EL REPARTO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Una noche, el califa Harún Al-Raschid se quejaba de insomnios ante su visir Giafar y su portaalfanje Massrur, cuando de pronto soltó Massrur una carcajada. El califa le miró frunciendo las cejas, y le dijo: "¿De qué te ríes así? ¿Es que estás loco, es que te burlas?" Massrur contestó: "¡No, por Alah ¡oh Emir de los Creyentes! te juro por el parentesco que te une al Profeta que mi risa no obedece a ninguna de esas causas, sino sencillamente a que me he acordado de las buenas ocurrencias de un tal Ibn Al-Karabí, alrededor del cual hacían corro ayer en el Tigris para escucharle".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El califa dijo: "En tal caso, ve enseguida a buscar a ese Ibn Al-Karabí. ¡Acaso consiga dilatarme un poco el pecho!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al punto corrió Massrur en busca del chistoso Ibn Al-Karabí, y habiéndole encontrado, le dijo: "Le hablé de ti al califa, y me ha enviado a buscarte para que le hagas reír".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El otro contestó: "Escucho y obedezco". Massrur añadió entonces: "¡Sí, te conduzco muy gustoso a presencia del califa; pero ha de ser con la condición de que desde luego me darás las tres cuartas partes de lo que el califa te regale como remuneración!" Ibn Al-Karabí dijo: "¡Eso es demasiado! Te daré dos terceras partes por tu corretaje. ¡Creo que es bastante!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Después de algunas dificultades respecto al pago, Massrur acabó por aceptar el convenio, y condujo al hombre a presencia del califa.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al verle entrar, le dijo Al-Raschid: "Parece ser que tienes ocurrencias muy divertidas. ¡A ver cómo las hilvanas! ¡Pero has de saber que si no consigues hacerme reír te espera una paliza!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El resultado de esta amenaza fué helar completamente el ingenio de Ibn Al-Karabí, que no supo encontrar entonces más que banalidades de efecto desastroso; porque, en vez de reír, Al-Raschid sentía aumentar su irritación, y exclamó por último:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"¡Que le administren cien bastonazos en las plantas de los pies, para desviar la sangre que le obstruye el cerebro!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al punto acostaron al hombre y le fueron administrando por cuenta bastonazos en las plantas de los pies. De repente, cuando pasaron del número treinta, exclamó el hombre: "¡Que remuneren ahora a Massrur con las dos terceras partes que quedan de bastonazos, porque así lo hemos convenido entre nosotros!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces, a una señal del califa, se apoderaron de Massrur los guardias, le acostaron y comenzaron a hacerle sentir en las plantas de los pies el compás del bastón. Pero, a los primeros golpes, exclamó Massrur: "¡Por Alah, que me contento muy gustoso con la tercera parte, y aun con la cuarta, y le cedo todo lo demás!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, el califa se echó a reír de tal manera, que se cayó de trasero, e hizo que a cada uno de los dos pacientes le dieran mil dinares.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego no quiso Schehrazada dejar transcurrir la noche sin contar la siguiente anécdota:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
EL MAESTRO DE ESCUELA</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Una vez, un hombre cuyo oficio consistía en vagabundear y vivir a costa de los demás, tuvo la idea de hacerse maestro de escuela aunque no sabía leer ni escribir, porque aquel era el único oficio capaz de permitirle ganar dinero sin tener que hacer nada porque es notorio que se puede ser maestro de escuela, e ignorar completamente las reglas y rudimentos de la lengua; basta con ser un taimado que haga creer a los demás que es un gran gramático; y ya se sabe que el gramático sabio es, por lo general, un pobre hombre de ingenio corto, mezquino, humillante, incompleto e impotente. Así, pues, nuestro vagabundo se erigió en maestro de escuela sin necesitar más que aumentar el número de vueltas y el volumen de su turbante, y de esta guisa abrió al final de una callejuela una sala que decoró con muestras de escritura y otras cosas semejantes, y esperó allá a que llegasen los clientes.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que al ver un turbante tan imponente, los vecinos del barrio no dudaron por un instante de la ciencia de su convecino, y se apresuraron a enviarle sus hijos...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-55015117832036275792020-08-08T14:55:00.001+02:002020-08-08T14:55:10.876+02:00LA 381ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUSTiNZusjwgI4GYT7TZ8bzHdFaq-hXwCw0PIytEmBlKO86nLwD-z4Knvh2erMg6R_-Ktpu54nZSIEqijeXdoEe0xXnYIHLDV-QmQ7CiHxFOA3uCkXPx0PUuG3Ft745LzHbc6KE0lJfRI/s1213/381+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="display: block; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1213" data-original-width="1048" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUSTiNZusjwgI4GYT7TZ8bzHdFaq-hXwCw0PIytEmBlKO86nLwD-z4Knvh2erMg6R_-Ktpu54nZSIEqijeXdoEe0xXnYIHLDV-QmQ7CiHxFOA3uCkXPx0PUuG3Ft745LzHbc6KE0lJfRI/s640/381+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Y CUANDO LLEGÓ LA 381ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"¡... Es licor de hombre, ¡oh Emir de los Creyentes!" El califa preguntó: "¿Y cuál puede ser su origen inmediato?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Muy perplejo y sin querer afirmar una cosa que le hubiera atraído la enemistad de Sett Zobeida, el kadí se puso a mirar al techo como si reflexionase, y divisó en una grieta el ala de un murciélago que se había metido allí.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y le iluminó el entendimiento una idea salvadora, y dijo: "¡Dame una lanza, oh Emir de los Creyentes!" El califa le entregó una lanza, y Abi-Yussuf pinchó con ella al murciélago, que hubo de caer pesadamente. Entonces dijo el kadí: "¡Oh Emir de los Creyentes! ¡Los libros de medicina nos enseñan que el murciélago tiene un licor que se parece de un modo asombroso al del hombre. Sin duda que el delito lo cometió él mirando a Sett Zobeida dormida! ¡Ya ves que acabo de castigarle con la muerte!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Aquella explicación satisfizo completamente al califa, que sin dudar ya de la inocencia de su esposa, colmó de presentes al kadí en prueba de gratitud. Y por su parte, Sett Zobeida, en el límite del júbilo, le hizo suntuosos regalos y le invitó a quedarse con ella y el califa para comerse algunos frutos y primicias que les habían llevado. El kadí se sentó en la alfombra entre el califa y Sett Zobeida, y Sett Zobeida mondó un plátano y le dijo, ofreciéndoselo: "En mi jardín tengo otras frutas raras en esta época del año; ¿las prefieres a los plátanos?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El kadí contestó: "Tengo por norma ¡oh mi señora! no sentenciar nunca acerca de lo que no conozco. ¡Es preciso, pues, que vea esas primicias para compararlas con estas primicias y dar luego mi opinión sobre sus respectivas excelencias!" Sett Zobeida hizo que cogieran las primicias de su jardín y se las trajeran enseguida, y cuando las probó el kadí, le preguntó: "¿Qué frutas prefieres ahora?" El kadí sonrió con suficiencia, miró al califa, después a Sett Zobeida, y les dijo: "¡Por Alah, que es muy difícil la respuesta! ¡Porque si prefiero una de estas frutas, condenaré la otra, y me expongo así a la indigestión que el rencor de esta última me ocasionaría!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Y al oír semejante respuesta, Al-Raschid y Sett Zobeida se echaron a reír de tal modo, que se cayeron de espaldas!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y como Schehrazada notó por ciertos indicios que el rey Schahriar parecía condenar sin misericordia a Sett Zobeida; culpándola a ella sola del delito, se apresuró a contarle, para distraerle, la siguiente anécdota:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¿MACHO O HEMBRA?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entre diversas anécdotas del gran Khosrú, rey de Persia, cuentan que este rey era muy aficionado al pescado. Un día en que estaba sentado en su terraza, con su esposa la bella Schirín, llegó un pescador que le llevaba como presente un pez de tamaño y hermosura extraordinarios. Maravillado quedó el rey con aquel presente, y ordenó que dieran al pescador cuatro mil dracmas. Pero la bella Schirín, que jamás aprobada la generosa prodigalidad del rey, esperó a que el pescador se fuera, y dijo: "No conviene ser pródigo hasta el punto de dar a un pescador cuatro mil dracmas por un solo pez. Deberías hacer que te devolviera esa suma, porque si no, en lo sucesivo, cuantos te traigan un presente regularán sus pretensiones tomando como punto de partida ese precio; ¡y no podrás entonces complacerles!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El rey Khosrú contestó: "¡Pero sería indigno de un rey admitir de nuevo lo que dio! ¡Olvidemos, pues, lo pasado!" Pero Schirín contestó: "No, no es posible dejar así la cosa. Hay un medio de recuperar la suma sin que el pescador ni nadie tenga nada que decir. No tienes más que hacer venir otra vez al pescador y preguntarle: "¿Es macho o hembra el pez que me has traído?" Si te contesta es macho, se lo devuelves, diciendo: "¡Lo que yo quiero es una hembra!"; y si te dice que es hembra, se lo devuelves también, diciendo: "¡Lo que yo quiero es un macho!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El rey Khosrú, que amaba con un amor extremado a la bella Schirín, no quiso contrariarla, y aunque a disgusto; se apresuró a hacer lo que le aconsejaba ella. Pero el pescador era un hombre dotado precisamente de un ingenio muy fino, y cuando Khosrú, después de llamarle, le preguntó: "¿Es macho o hembra el pez?", besó la tierra y contestó: "¡Ese pez ¡oh rey! es hermafrodita!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, Khosrú se sintió satisfecho y se echó a reír: luego ordenó a su intendente que diera al pescador ocho mil dracmas en lugar de cuatro mil. El pescador se fue con el intendente, que le contó los ocho mil dracmas, y los puso en el saco que le había servido para llevar el pez, y salió.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando pasaba por el patio del palacio, dejó caer del saco, inadvertidamente, un dracma de plata. Enseguida se apresuró a poner su saco en el suelo, buscando aquel dracma y recogiéndolo con verdadera satisfacción.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que Khosrú y Schirín le observaban desde la terraza y vieron lo que acababa de ocurrir. Entonces, aprovechando la ocasión que se le presentaba, exclamó Schirín...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-63335076363250611402020-08-07T09:06:00.001+02:002020-08-07T09:06:47.051+02:00LA 380ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4esnFaCvt72ByjGgK9ja0TnimpExzXwg-Wsm-5FlWzrVwcHRsFPsiDDnMn1ZyxCMHKtODDT_ETVk-roNJT_be1pcdlLfkGVdVM-CUTbr6wIrThM0rplKnIeAltZczit-nulrJ726dhJo/s1217/380+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="display: block; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1217" data-original-width="1048" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4esnFaCvt72ByjGgK9ja0TnimpExzXwg-Wsm-5FlWzrVwcHRsFPsiDDnMn1ZyxCMHKtODDT_ETVk-roNJT_be1pcdlLfkGVdVM-CUTbr6wIrThM0rplKnIeAltZczit-nulrJ726dhJo/s640/380+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Y CUANDO LLEGÓ LA 380ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"..¡Sígueme y ya verás!" Se acercó entonces por detrás al hombre, y con mucho cuidado quitó el cabestro al asno, se lo puso él mismo, sin que el hombre notase el cambio, y echó a andar como una acémila, mientras su compañero se alejaba con el asno que habían libertado.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando estuvo seguro el ladrón de que el burro iba ya lejos, detuvo su marcha bruscamente, y sin volverse, intentó el hombre obligarle a marchar, tirando de él. Pero al sentir aquella resistencia, se volvió para regañar al borrico, y vió sujeto con el cabestro al ladrón en lugar del animal y mirándole con aspecto humilde y ojos implorantes. Se quedó tan estupefacto, que permaneció inmóvil frente al ladrón; y al cabo de un momento, pudo por fin articular algunas sílabas y preguntar: "¿Quién eres?" El ladrón exclamó con voz lacrimosa: "¡Soy tu asno, oh amo mío! ¡Pero mi historia es asombrosa! Porque has de saber que en mi juventud era yo un bribón dado a toda clase de vicios vergonzosos. Un día entré completamente borracho y repugnante en casa de mi madre, la cual, al verme, sin poder dominar su ira, me colmó de reproches y quiso echarme de la casa. Pero yo la rechacé y hasta le pegué, influido por mi borrachera. Entonces, indignada ante mi conducta para con ella, mi madre me maldijo, y el efecto de su maldición fue variar repentinamente mi forma y convertirme en borrico. A la sazón ¡oh amo mío! me compraste por cinco dinares en el zoco de los burros, y me has tenido todo este tiempo, y te he servido como animal de carga, y me pinchabas en la grupa cuando, rendido ya, me negaba a andar, y lanzabas contra mí mil juramentos que no me atreveré a repetir nunca. ¡Eso es todo! Y no podía yo quejarme porque me faltaba el don de la palabra, y lo más que hacía a veces, aunque raramente, era recurrir al cuesco para reemplazar así el lenguaje que carecía. Por último, sin duda ha debido recordarme con agrado hoy mi madre, y debió entrar la piedad en su corazón e incitarla a implorar para mí la misericordia del Altísimo. ¡Porque indudablemente obedece esta misericordia el que ahora haya yo vuelto a mi primitiva forma humana, oh amo mío!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, exclamó el pobre hombre: "¡Oh semejante mío, perdóname mis yerros para contigo, ¡por Alah sobre ti! y olvida los malos tratos que te hice sufrir sin darme cuenta! ¡No hay recurso más que en Alah!" Y se apresuró a quitar el ronzal que sujetaba al ladrón, y se fue muy arrepentido a su casa, donde pasó la noche sin poder pegar los ojos de tantos remordimientos y pena como sentía.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Algunos días después, fue el pobre hombre al zoco de los burros para comprarse otro asno; ¡y cuál no sería su sorpresa al encontrar en el mercado a su primer borrico con el aspecto que tenía antes de transformación! Y pensó: "¡Sin duda debió el bribón cometer ya algún otro delito!" Y se acercó al asno, que se había puesto a rebuznar al reconocerle, se inclinó a su oreja y le dijo con todas sus fuerzas: "¡Oh bribón incorregible!, has debido ultrajar y pegar otra vez tu madre para transformarte de nuevo en borrico. Pero ¡por Alah! ¡No seré yo quien vuelva a comprarte!" Y le escupió furioso en la cara, y se fue a comprar otro asno notoriamente conocido como hijo de padre y madre pertenecientes a la especie de los asnos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y Schehrazada dijo todavía aquella noche:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
EL FLAGRANTE DELITO DE SETT ZOBEIDA</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuentan que el Comendador de los Creyentes, Harún Al-Raschid, entró un día a dormir la siesta en las habitaciones de su esposa Sett Zobeida, y ya iba a echarse cuando notó precisamente en mitad del lecho una extensa mancha, fresca todavía, de cuyo origen no podía dudarse. Al ver aquello, se ennegreció el mundo ante el califa, que llegó al límite de la indignación. Hizo llamar al punto a Sett Zobeida, y con los ojos inflamados de cólera y temblándole la barba, le dijo: "¿De qué es esa mancha que hay en nuestro lecho?" Sett Zobeida acercó la cabeza a la mancha consabida, la olió y dijo: "Es de licor de hombre, ¡oh Emir de los Creyentes!" Conteniendo a duras penas el estallido de su cólera, exclamó él: "¿Y puedes explicarme la presencia de ese líquido aún tibio en un lecho donde no me he acostado contigo desde hace más de una semana?" Ella exclamó muy conmovida: "La fidelidad sobre mí y alrededor de mí ¡oh Emir de los Creyentes! ¿Acaso me acusas de fornicación?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al-Raschid dijo: "Tanto te acuso, que ahora mismo voy a hacer venir al kadí Abi-Yussuf para que examine la cosa y me dé su parecer acerca de ella. ¡Y te juro por el honor de mis antecesores ¡oh hija de mi tío! que no retrocederé ante nada si el kadí te declara culpable!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando llegó el kadí, Al-Raschid le dijo: "¡Oh Abi-Yussuf, dime qué puede ser esa mancha!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El kadí se acercó al lecho, puso el dedo en la mancha, se lo llevó luego a la altura de los ojos y de la nariz, y dijo: "¡Es licor de hombre, ¡oh Emir de los Creyentes!..."</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-26781597363000669902020-08-06T17:25:00.000+02:002020-08-06T17:25:13.740+02:00LA 379ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-njHP6S2Gnqub96dhjzmkW5EawBJEgT7oFMa4FQC1mitS4tNErdHjyPjz4zljS9h8dbZ44TVcOhgnIES4M8FhCHj7a9FubW4ZGYQ-n7xxdkSZ4E98qbKpZBgCwpvTNXYA9MLWFHVtDWw/s1220/379+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1220" data-original-width="1048" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-njHP6S2Gnqub96dhjzmkW5EawBJEgT7oFMa4FQC1mitS4tNErdHjyPjz4zljS9h8dbZ44TVcOhgnIES4M8FhCHj7a9FubW4ZGYQ-n7xxdkSZ4E98qbKpZBgCwpvTNXYA9MLWFHVtDWw/s640/379+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 379ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... la rama rechinó de pronto y Sett Zobeida se volvió asustada, llevándose las dos manos a su historia, para sustraerla a las miradas, con un gesto instintivo. Por cierto, que la historia de Sett Zobeida era cosa tan considerable, que podían ocultarla más que a medias las dos manos; y era aquélla historia tan gruesa y tan escurridiza, que Sett Zobeida no logró retenerla, y se le escapó por entre los dedos y apareció en toda su gloria a la vista del califa.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al-Raschid, que hasta entonces nunca tuvo ocasión de observar al aire libre y al natural la historia de su prima, quedó maravillado y a la vez estupefacto de su enormidad y de su fastuosidad, y se apresuró a alejarse furtivamente como había venido. Pero aquel espectáculo despertó la inspiración en él, que se sintió dispuesto a improvisar. Siguiendo un ritmo ligero, empezó por componer el verso siguiente:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡En el baño vi la plata cándida!...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero en vano siguió torturándose el espíritu para construir otros ritmos, porque no sólo no consiguió acabar el poema, sino que ni siquiera hizo otro verso que rimase; y se puso muy triste, y sudaba repitiendo ¡En el baño vi la plata cándida!... y no salía del apuro. Entonces se decidió a llamar al poeta Abu-Nowas, y le dijo: "Vamos a ver si compones un poema corto cuyo primer verso sea: ¡En el baño vi la plata cándida!..." Entonces Abu-Nowas, que también había merodeado por los alrededores del estanque y observado toda la escena consabida, contestó: "¡Escucho y obedezco!" Y ante la estupefacción del califa, improvisó enseguida los siguientes versos:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡En el baño vi la plata cándida, y mis ojos se embriagaron de leche!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Una gacela cautivó mi alma a la sombra de sus caderas mientras su historia se escurría entre sus dedos juntos!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Oh! ¿Por qué no pude convertirme en onda para acariciar aquella delicada historia escurridiza, o convertirme en pez durante una hora o dos?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El califa no intentó averiguar cómo se había arreglado Abu-Nowas para dar a sus versos una significación tan exacta, y le recompensó espléndidamente para demostrarle su satisfacción.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego añadió Schehrazada: "Pero no creas ¡oh rey afortunado! que esta sutileza de ingenio de Abu-Nowas era menos admirable que su encantadora improvisación en la anécdota que vas a oír:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
ABU-NOWAS IMPROVISA</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Presa de un insomnio tenaz, el califa Harún Al-Raschid se paseaba una noche por las galerías de su palacio, cuando se encontró con una de sus esclavas, a la cual amaba en extremo, que se dirigía al pabellón reservado para ella. La siguió y penetró en el pabellón detrás de la joven. La cogió entonces en brazos y se puso a acariciarla y a juguetear con ella de tal modo, que cayó el velo que la envolvía y la túnica también se escurrió de sus hombros.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al ver aquello, se encendió el deseo en el alma del califa, que al instante quiso poseer a su bella esclava; pero se excusó ella diciendo: "Por favor, ¡oh Emir de los Creyentes! dejemos la cosa para mañana, porque no esperaba el honor de tu visita y no estoy preparada. ¡Pero mañana, si Alah quiere, me encontrarás toda perfumada, y embalsamarán la cama mis jazmines!" Entonces no insistió Al-Raschid y volvió a pasearse.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al día siguiente, a la misma hora, envió a Massrur, jefe de sus eunucos, para que previniera a la joven de su visita proyectada. Pero precisamente la joven había tenido durante el día un principio de fatiga, y como se sentía floja y peor dispuesta que nunca, se limitó a citar por toda respuesta a Massrur, que le recordaba su promesa de la víspera, este proverbio: "¡El día borra las palabras de la noche!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En el momento en que Massrur transmitía al califa las palabras de la joven, entraron los poetas Abu-Nowas, El-Rakaschi y Abu-Mossab. Y el califa se encaró con ellos y les dijo: "Improvisadme al instante cada uno de vosotros algunos ritmos donde se pongan en juego estas frases:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces dijo primeramente El-Rakaschi:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Guárdate, corazón mío, de una hermosa niña inflexible que no gusta de hacer ni recibir visitas, que promete una cita sin acudir a ella, y se excusa diciendo: "¡El día borra las palabras de la noche!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego se adelantó Abu-Mossab, y dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡A toda velocidad vuela mi corazón, y ella se burla de su ardor! ¡Mis ojos lloran, y se abrasan de deseo por ella mis entrañas; pero ella se limita a sonreír! Y si la recuerdo su promesa, me responde: "¡El día borra las palabras de la noche!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Abu-Nowas se adelantó el último, y dijo</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Oh, cuán linda estaba en su turbación aquella noche, y qué encanto tenía su resistencia!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡El viento embriagado de la noche balanceaba lentamente la rama de su talle y su pesada grupa ondulante, y también plegábase su busto, en el que apuntaban las dos leves granadas de sus senos!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Con jugueteos amables, con caricias enardecidas, hice escurrirse el velo que ostentaba, y de sus hombros ¡oh redondez de perlas! se escurrió la túnica también!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Y apareció medio desnuda entonces, surgiendo de la ropa que la rodeaba cual surge de su cáliz una flor!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Como la noche corría ante nosotros su cortina de sombras, quise ser más audaz a la sazón; y le dije: ¡Coronemos el acto!"</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero ella contestó: "¡Mañana seguiremos!"</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Fuí a ella al día siguiente, y le dije: "¡Cumple tu promesa!" Se echó a reír y me contestó: "¡El día borra las palabras de la noche!"</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír tan diversas improvisaciones, Al-Raschid hizo que dieran una gruesa suma de plata a cada uno de los poetas, exceptuando a Abu-Nowas, a quien ordenó que condenaran a muerte al instante, exclamando: "¡Por Alah, tú estás de acuerdo con esa joven! De no ser así, ¿cómo pudiste hacer una descripción tan exacta de una escena que presencié yo solo?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Abu-Nowas se echó a reír y contestó: "¡Nuestro dueño el califa olvida que el verdadero poeta sabe adivinar en lo que se le dice aquello que se le oculta! Y por cierto que nos pintó excelentemente el Profeta (¡con él la plegaria y la paz!) cuando dijo hablando de nosotros:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Los poetas van como insensatos por todos los caminos. ¡Sólo les guían su inspiración y el demonio! ¡Cuentan y dicen cosas que no hacen!"</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ante tales palabras, no quiso Al-Raschid profundizar más en este misterio y después de perdonar a Abu-Nowas, le dió una suma doble de la recibida por los otros poetas.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando el rey Schahriar hubo oído esta anécdota, exclamó: "¡No, por Alah! no sería yo quien perdonase a ese Abu-Nowas, y habría profundizado en aquel misterio y hubiera hecho que cortaran la cabeza a ese pillo. ¡No quiero, Schehrazada, que me hables más de ese canalla que no respetaba a califas ni a leyes! ¿Lo oyes bien?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y dijo Schehrazada: "Entonces ¡oh rey afortunado! voy a contarle la anécdota del asno.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
EL ASNO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Un día, un buen hombre entre esos hombres que parecen llamados a que se burlen de ellos los demás, iba por el zoco llevando detrás de él a su asno atado con una sencilla cuerda que servía de cabestro al animal. Le divisó un ladrón muy experimentado, y resolvió robarle el asno. Participó su proyecto a uno de sus compañeros, que hubo de preguntarle: "¿Pero cómo te vas a arreglar para no llamar la atención del hombre?" El otro contestó: "¡Sígueme y ya verás!..."</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-61493649939153605332020-08-05T13:30:00.001+02:002020-08-05T13:30:17.305+02:00LA 378ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6WZ5aKuifH0XZyzZJuL6ZMIJtfCs0fgcerU6NcF6i63m4Q4RAuYOxB0gw0BzCjf-Tyq2sdCrSluDQxYAOsX0MZBhlj_M3ql9gp7GmqM7b6zz4ZowrQDgYeATTmyqBNM2UNUsKhuSPkic/s1220/378+a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1220" data-original-width="1048" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6WZ5aKuifH0XZyzZJuL6ZMIJtfCs0fgcerU6NcF6i63m4Q4RAuYOxB0gw0BzCjf-Tyq2sdCrSluDQxYAOsX0MZBhlj_M3ql9gp7GmqM7b6zz4ZowrQDgYeATTmyqBNM2UNUsKhuSPkic/s640/378+a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 378ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"... ¿A qué obedece el que no lo hagas?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Levantó entonces ella la cabeza, me miró con los ojos muy abiertos, y me contestó con los versos siguientes:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¡Teñidos estuvieron antaño, pero desapareció su color y les queda el tiempo!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¿Para qué teñirlos ahora, si cuando quiero puedo balancear mi grupa fastuosamente, y hacérmelo meter a capricho por delante o por detrás?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y dijo luego Schehrazada:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
LA CUESTION ZANJADA</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuentan que el visir Giafar recibió en su casa una noche al califa Harún Al-Raschid y no escatimó nada para divertirle agradablemente. De pronto dijo el califa: "Giafar, he sabido que compraste para ti una esclava muy bella, en la que había puesto los ojos yo y que quise comprar para mí mismo. ¡Deseo, pues, que me la cedas por el precio que te convenga!" Giafar contestó: "No tengo la menor intención de venderla, ¡oh Emir de los Creyentes!" El califa dijo: "¡Entonces, ofrécemela como regalo!" Giafar contestó: "Tampoco tengo esa intención, ¡oh Emir de los Creyentes!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces frunció las cejas Al-Raschid y exclamó: "¡Juro por los tres juramentos' que al instante me divorciaré de mi esposa Sett Zobeida, si no quieres consentir en venderme la esclava o en cedérmela!" Giafar contestó: "¡Juro por los tres juramentos que al instante me divorciaré de mi esposa, madre de mis hijos, si consiento en venderte la esclava o en cedértela!" </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando hubieron hecho tal juramento ambos, comprendieron de pronto que habían ido demasiado lejos, cegados por los vapores del vino, y de común acuerdo se preguntaron qué medio emplearían para salir del apuro. Después de algunos instantes de perplejidad y reflexión, dijo Al-Raschid: "¡Para salir de este trance tan apurado, no tenemos más remedio que recurrir a las luces del kadí Abi-Yussuf, que tan versado está en la jurisprudencia del divorcio!" Enviaron a buscarle en seguida, y Abi-Yussuf pensó: "¡Cuando el califa envía a buscarme a media noche, es porque en el Islam ocurre algún acontecimiento muy grave!" Luego salió de su casa a toda prisa, aparejó su mula, y dijo a su esclavo, que iba detrás de la mula: "¡Llévate el saco de forraje del animal, que no ha terminado su ración todavía, y no te olvides de colgárselo de la cabeza a nuestra llegada, para que siga comiendo!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando entró en la sala donde le esperaban el califa y Giafar, el califa se levantó en honor suyo y le hizo sentarse a su lado, privilegio que no concedía nunca más que a Abi-Yussuf. Luego le dijo: "¡Te he llamado para un asunto de la mayor gravedad!" Y le explicó el caso. Entonces dijo Abi-Yussuf: "¡Pero si la solución es la cosa más sencilla del mundo!" Se encaró entonces con Giafar, y le dijo: "¡No tienes más que vender al califa media esclava y regalarle la otra media!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Esta solución entusiasmó en extremo al califa, que admiró toda su sutileza, porque a ambos los desligaba de su juramento, haciéndole beneficiarse con la esclava que anhelaba. Llamaron, pues, a la esclava, y dijo el califa: "No puedo esperar a que pase el tiempo reglamentario para la liberación definitiva que me permite tomar la esclava a su primer amo. Es preciso, pues, ¡oh Abi-Yussuf! que des también con el medio de lograr inmediatamente esa liberación". Abi-Yussuf contestó: "¡La cosa es todavía más fácil! ¡Que hagan venir a un mameluco joven!" Al punto hicieron ir al mameluco en cuestión, y dijo Abi-Yussuf: "Para que sea lícita esta liberación inmediata, es necesario que la esclava esté casada legítimamente. ¡Voy, pues a dársela en matrimonio a este mameluco, quien mediante una retribución se divorciará de ella antes de tocarla! Y solamente ¡oh Emir de los Creyentes! podrá pertenecerte como concubina la esclava". Y se encaró con el mameluco y le dijo: "¿Aceptas como esposa legítima esta esclava?" El otro contestó: "¡La acepto!" Entonces le dijo el kadí: "¡Ya estás casado! ¡He aquí ahora mil dinares para ti! ¡Divórciate de ella!" El mameluco contestó: "¡Ya que me casé legítimamente, quiero permanecer casado, porque me gusta la esclava!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír esta respuesta del mameluco, el califa frunció las cejas con cólera, y dijo al kadí: "¡Por el honor de mis antepasados, que la solución que buscaste va a llevarte a la horca!" Pero Abi-Yussuf dijo sonriendo: "¡No se preocupe nuestro dueño el califa de la respuesta de este mameluco, y convénzase de que es más fácil que nunca la solución ahora!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego añadió: "Solamente has de permitirme ¡oh Emir de los Creyentes! que me conduzca con este mameluco como si fuera un esclavo mío". El califa le dijo: "¡Te lo permito! ¡Es tu esclavo y tu propiedad!" Entonces Abi-Yussuf se encaró con la joven y le dijo: "¡Te regalo este mameluco y te lo doy como esclavo comprado! ¿Le aceptas así?" Ella contestó: "¡Le acepto!" Abi-Yussuf exclamó: "En ese caso, queda anulado el matrimonio que acaba de contraer contigo. ¡Y ya estás desligada de él! ¡Así lo ordena la ley del matrimonio! ¡He sentenciado!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír esta sentencia, Al-Raschid se irguió sobre ambos pies y exclamó en el límite de la admiración: "¡Oh Abi-Yussuf, no tienes par en el Islam!" E hizo que le entregaran una gran bandeja llena de oro y le rogó que la aceptase. El kadí dió las gracias al califa; pero no supo como llevar consigo todo aquel oro. De pronto se acordó del saco de la mula, en el que cabía un celemín, y tras de mandar por él vació todo el oro de la bandeja y se marchó.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Esta anécdota nos demuestra que el estudio de la jurisprudencia hace ricos a los hombres. ¡Sea, pues, con todos ellos la misericordia de Alah!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego dijo Schehrazada:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
ABÚ-NOWAS Y EL BAÑO DE SETT ZOBEIDA</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuentan que el califa Harún Al-Raschid, que amaba con un amor extremado a su esposa y prima Sett Zobeida, había hecho construir, en un jardín reservado para ella sola, un estanque de agua rodeado por un bosquecillo de árboles frondosos, donde podía bañarse sin exponerse nunca a las miradas de los hombres y a los rayos del sol, pues el follaje era impenetrable.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y he aquí que un día en que hacía mucho calor, Sett Zobeida fue al bosquecillo completamente sola, se desnudó del todo al borde del estanque y se metió en el agua. Pero no sumergió más que sus piernas hasta las rodillas, porque la daba miedo el escalofrío que produce el agua al sumergirse de una vez y, además, porque no sabía nadar. Pero con un jarro que había traído se vertía en los hombros agua poco a poco, estremeciéndose con la caricia húmeda de su frescura.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El califa, que la había visto encaminarse al estanque, la siguió sigilosamente, y amortiguando sus pisadas, llegó cuando ella estaba ya desnuda. A través de las hojas, se puso él a observar y admirar la desnudez de su esposa, blanca sobre el agua. Como tenía la mano apoyada en una rama, la rama rechinó de pronto, y Sett Zobeida...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-81127493270899881272020-08-04T18:34:00.001+02:002020-08-04T18:34:27.618+02:00LA 377ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv9NeVIRbvxAYJfuaB4CCEWdHJz2qR3mRQmd2nvyWMzb4GTHTvYVwpyGsoUV11OKLLJ6SBCPPymPv1mmaKEISTOabzluPoswLlFuTblHzAGujFFjtWrMS-02dykIgSq98tgzQaf18vRmw/s1220/377a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1220" data-original-width="1048" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv9NeVIRbvxAYJfuaB4CCEWdHJz2qR3mRQmd2nvyWMzb4GTHTvYVwpyGsoUV11OKLLJ6SBCPPymPv1mmaKEISTOabzluPoswLlFuTblHzAGujFFjtWrMS-02dykIgSq98tgzQaf18vRmw/s640/377a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 377ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... Decía una: "¡Oh hermana mía! ¿Cómo puedes soportar la rudeza de la barba de tu amante cuando, al besarte, te frota con ella los senos y las espinas de su bigote rozan las mejillas y los labios? ¿Qué haces para que no te lastime y desgarre la piel cruelmente cada vez? Créeme, hermana mía; cambia de enamorado y haz lo que yo; búscate a un joven con un ligero vello en las mejillas deseables cual una fruta, con una carne delicada que se derrita en tu boca durante el beso. ¡Por Alah, que ya sabrá él compensar a tu lado su falta de barba con muchas otras cosas llenas de sabor!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, le contestó su compañera: "¡Qué tonta eres, hermana mía, y cómo careces de finura y buen sentido! ¿Acaso no sabes que el árbol sólo resulta hermoso cuando está lleno de hojas, y el cohombro sólo resulta sabroso con su pelusa y con todas sus asperezas? ¿Hay en el mundo algo más feo que un hombre imberbe v calvo como una cotufa? Has de saber que la barba y el bigote son para el hombre lo que para las mujeres son las trenzas de pelo. ¡Y tan notorio es, que Alah el Altísimo (¡glorificado sea!) creó en el cielo especialmente a un ángel que no tiene otra ocupación que la de cantar alabanzas al Creador por haber dado barba a los hombres y dotado de cabellos largos a las mujeres! ¿A qué me hablas, pues, de elegir como enamorado a un joven imberbe? ¿Crees que consentiría yo en tenderme debajo de quien apenas se pone encima piensa en quitarse, apenas está en tensión piensa en aflojarse, apenas se une piensa en desatar el nudo, apenas se halla en su sitio piensa en abandonarlo, apenas adquiere consistencia piensa en derretirse, apenas erigido piensa en derruirse, apenas enlazado piensa en desligarse, apenas pegado piensa en despegarse, y apenas en funciones piensa en ceder? ¡Desengáñate, pobre hermana mía! ¡Nunca abandonaré al hombre que no se separa de la, que enlaza, que cuando entra permanece en su sitio, cuando se vacía se llena otra vez, cuando acaba recomienza, cuando se mueve es excelente, cuando funciona es superior, cuando da es generoso y cuando empuja perfora!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír tal explicación, exclamó la mujer que tenía el amante imberbe: "¡Por el Dueño de la Kaaba santa, ¡oh hermana mía! que me hiciste entrar en ganas de probar al hombre barbudo!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego, tras una corta pausa, dijo seguidamente Schehrazada:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
EL PRECIO DE LOS COHOMBROS</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Un día en que el emir Moinben-Zaida iba de caza, se encontró con un árabe que volvía del desierto montado en su borrico. Se puso delante de él, y después de las zalemas consiguientes, le preguntó: "¿Adónde vas, hermano árabe, y qué llevas envuelto tan cuidadosamente en ese saquito?" El árabe contestó: "Voy en busca del emir Moinben para llevarle estos cohombros tempranos que ha dado la primera recolección de mis tierras. Como se trata del hombre más generoso que se conoce, estoy seguro que me pagará mis cohombros a un precio digno de su esplendidez". El emir Moinben, a quien el árabe no había visto hasta entonces, le preguntó: "¿Y cuánto esperas que te dé por esos cohombros el emir Moinben?" El árabe contestó: "¡Mil dinares de oro, por lo menos!" El emir preguntó: "¿Y si te dice que eso es mucho?" El otro contestó: "¡No le pediré más que quinientos!" - "¿Y si te dice que es mucho?" - "¡Cincuenta!" - "¿Y si te dice que es mucho?" - "¡Treinta! - "¿Y si te dice todavía que es mucho?" - "¡Oh! ¡Entonces meteré mi borrico en su harem y me daré a la fuga con las manos vacías!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, Moinben se echó a reír y espoleó a su caballo para reunirse con su séquito y entrar enseguida en su palacio, donde dio orden a sus esclavos y a su chambelán para que dejaran entrar al árabe con sus cohombros.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Así es que cuando una hora más tarde llegó el árabe al palacio, el chambelán se apresuró a conducirle a la sala de recepción, donde le esperaba el emir Moinben sentado majestuosamente en medio de la pompa de la corte y rodeado por sus guardias, que ostentaban la espada desnuda en la mano. Y he aquí que el árabe estuvo muy lejos de reconocer en él al jinete que había encontrado en el camino y con el saco de cohombros en las manos esperó, después de las zalemas, a que el emir le interrogara.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
El emir le preguntó: "¿Qué me traes en ese saco, hermano árabe?" El otro contestó: "¡Confiando en la esplendidez de nuestro dueño el emir, le traigo los primeros cohombros tempranos que nacieron en mi campo!" - "¡Qué inspiración tan buena! ¿Y en cuánto estimas mi esplendidez?" - "¡En mil dinares!" - "¡Es mucho!" - "¡En trescientos!" "¡Es mucho!" - "¡En ciento!" - "¡Es mucho!" - "¡En cincuenta!" - "¡Es mucho!" - "¡En treinta, entonces!" - ¡También es mucho!" Entonces exclamó el árabe: "¡Por Alah, que fue de real augurio el encuentro que tuve antes cuando vi en el desierto aquel rostro de brea! ¡No, por Alah, ¡oh emir! no puedo dar mis cohombros en menos de treinta dinares!'"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras, sonrió sin contestar el emir Moinben. Entonces le miró el árabe, y al darse cuenta de que el hombre con quien se encontró en el desierto, no era otro que el propio emir Moinben dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"¡Por Alah, oh mi amo! haz que traigan los treinta dinares, porque tengo el borrico atado ahí a la puerta." A estas palabras, el emir Moinben rompió a reír de tal manera, que se cayó de trasero; e hizo llamar a su intendente y le dijo: "¡Es preciso contar inmediatamente mil dinares primero, luego quinientos, luego trescientos, luego ciento, luego cincuenta, y por último, treinta, para dárselos a este hermano árabe con objeto de que se decida a dejar atado donde está a su borrico!" Y el árabe llegó al límite de la estupefacción al recibir mil novecientos ochenta dinares por un saco de cohombros. ¡Tanta era la esplendidez del emir Moinben! ¡Sea por siempre con todos ellos la misericordia de Alah!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Después dijo Schehrazada:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
CABELLOS BLANCOS</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuenta Aba-Suwaid:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Un día entré en un huerto para comprar fruta, y he aquí que desde lejos vi sentada a la sombra de un albaricoquero a una mujer peinándose. Cuando me acerqué a ella, noté que era vieja y que estaban blancos sus cabellos; pero su rostro resultaba perfectamente gentil y su tez fresca y deliciosa. Al ver que me acercaba a ella no hizo ningún movimiento para taparse el rostro ni ningún ademán para cubrirse la cabeza, y continuó, sonriendo, en su tarea de alisarse los cabellos con su peine, que era de marfil. Me paré enfrente de ella, y después de las zalemas, le dije: "¡Oh vieja de edad, pero joven de rostro! ¿Por qué no te tiñes los cabellos y parecerías entonces una joven de verdad? ¿A qué obedece el que no lo hagas? ...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3135678373610953261.post-78358544307776381922020-08-03T09:07:00.001+02:002020-08-03T09:07:16.340+02:00LA 376ª NOCHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipEaJjXZ7Ldy0gl2gxRulLdD0pnhCFArTgqUYZF2R9ujfHW6cvc07WlKlW_KRJMwJoGa0QGM7ZQiN9xBXmn_XWb603oBwxZUJtGG_2T8yndRw81R84p20hFZBGN8xRIH-GME-OMAG4rA8/s1220/376a+nit.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1220" data-original-width="1048" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipEaJjXZ7Ldy0gl2gxRulLdD0pnhCFArTgqUYZF2R9ujfHW6cvc07WlKlW_KRJMwJoGa0QGM7ZQiN9xBXmn_XWb603oBwxZUJtGG_2T8yndRw81R84p20hFZBGN8xRIH-GME-OMAG4rA8/s640/376a+nit.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Y CUANDO LLEGÓ LA 376ª NOCHE</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Ella dijo:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
... Entonces se encaró conmigo el kadí y me preguntó: "¿Y qué tienes tú que contestar?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Yo ¡oh Emir de los Creyentes! estaba estupefacto con todo aquello.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Sin embargo, avancé un poco y contesté: "¡Eleve y honre Alah a nuestro amo el kadí! ¡Yo bien sé que en mi saco solamente hay un pabellón en ruinas, una casa sin cocina, un albergue para perros, una escuela de adultos, unos jóvenes que juegan a los dados, una guarida de salteadores, un ejército con sus jefes, la ciudad de Bassra y la ciudad de Bagdad, el palacio antiguo del emir Scheddad ben-Aad, un horno de herrero, una caña de pescar, una cayada de pastor, cinco buenos mozos, doce jóvenes intactas, y mil conductores de caravanas dispuestos a dar fe de que este saco es mi saco!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando el kurdo hubo oído mi respuesta, rompió a llorar y a sollozar, y luego exclamó con la voz entrecortada por las lágrimas: "¡Oh nuestro amo el kadí! este saco que me pertenece es conocido y reconocido, y todo el inundo sabe que es de mi propiedad. ¡Encierra, además, dos ciudades fortificadas y diez torres, dos alambiques de alquimista, cuatro jugadores de ajedrez, una yegua y dos potros, un semental y dos jacas, dos lanzas largas, dos liebres, un mozo experto y dos mediadores, un ciego y dos clarividentes, un cojo y dos paralíticos, un capitán marino, un navío con sus marineros, un sacerdote cristiano y dos diáconos, un patriarca y dos frailes y por último, un kadí y dos testigos dispuestos a dar fe de que este saco es mi saco!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al oír estas palabras se encaró conmigo el kadí y me preguntó: "¿Qué tienes que contestar a todo eso?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Yo ¡oh Emir de los Creyentes! me sentía cargado de rabia hasta las narices. Me adelanté, no obstante, algunos pasos y contesté con toda la calma de que era capaz: "¡Alah esclarezca y consolide el juicio de nuestro amo el kadí! ¡Debo añadir que en este saco hay, además, medicamentos contra el dolor de cabeza, filtros v hechizos, cotas de malla y armarios llenos de armas, mil carneros destinados a luchar a cornadas, un parque con ganados, hombres dados a las mujeres, aficionados a los muchachos, jardines llenos de árboles y de flores, viñas cargadas de uvas, manzanas e higos, sombras y fantasmas, frascos y copas, recién casados con todo el séquito de su boda, gritos y chistes, doce cuescos vergonzosos, y otros tantos follones sin olor, amigos sentados en una pradera, banderas y pendones, una casada saliendo del hammam, veinte cantarinas, cinco hermosas esclavas abisinias, tres indias, cuatro griegas, cincuenta turcas, setenta persas, cuarenta cachemirenses, ochenta kurdas, otras tantas chinas, noventa georginas, todo el país del Irak, el Paraíso terrenal, dos establos, una mezquita, varios hammams, cien mercaderes, una tabla de madera, un clavo, un negro que toca el clarinete, mil dinares, veinte cajones llenos de tela, veinte danzarinas, cincuenta almacenes, la ciudad de Kufa, la ciudad de Gasa, Damieta, Assuán, el palacio de Khoshú -Anuschriván y el de Soleimán; todas las comarcas situadas entre Balkh e Ispahán, las Indias y el Sudán, Bagdad y el Khorassán; contiene, además -¡ Alah persevere los días de nuestro amo el kadí!- una mortaja, un ataúd y una navaja de afeitar para la barba del kadí, si el kadí no quisiera reconocer mis derechos y sentencias que este saco es mi saco!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando el kadí hubo oído todo aquello, nos miró y me dijo: "¡Por Alah, o sois dos bribones que os burláis de la ley y de su representante, o este saco debe ser un abismo sin fondo o el propio Valle del Día del Juicio!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y para comprobar mis palabras hizo al punto el kadí que se abriera el saco ante testigos. ¡Contenía unas cáscaras de naranjas y unos huesos de aceitunas!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces, pasmado hasta el límite del pasmo, declaré al kadí que aquel saco pertenecía al kurdo, pero que el mío había desaparecido, y me marché”.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando el califa Harún Al-Raschid hubo escuchado esta historia, le tiró de espalda la fuerza explosiva de su risa, e hizo un magnífico regalo a Alí el Persa. ¡Y aquella noche durmió con un profundo sueño hasta por la mañana!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego añadió Schehrazada: "Pero no creas ¡oh rey afortunado! que es menos deliciosa esta anécdota que aquella otra en que Al-Raschid se encuentra en un apurado caso de amor". Y preguntó el rey Schahriar: "¿Qué anécdota es esa que no conozco?"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces Schehrazada dijo:</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
AL-RASCHID, JUSTICIERO DE AMOR</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuentan que una noche en que Harún Al-Raschid estaba acostado entre dos hermosas jóvenes que le gustaban por igual, y de las cuales una era de Medina y otra de Kufa, no quería expresar con la terminación final su preferencia por una en detrimento de la otra. Debía, pues, alcanzar tal premio la que hiciera más méritos para ello. Así es que la esclava de Medina empezó por cogerle de las manos y se puso a acariciarle dulcemente, en tanto que la de Kufa, echada un poco más abajo, le frotaba los pies, aprovechándose de la ocasión para deslizar su mano hasta la mercancía de más arriba y sopesarla de cuando en cuando.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Bajo la influencia de este tanteo delicado, la mercancía empezó de pronto a aumentar de peso considerablemente. Entonces se apresuró a apoderarse de ella la esclava de Kufa, y trayéndola toda hacia sí, la ocultó entre sus manos; pero la esclava de Medina, le dijo: "¡Ya veo que guardas el capital para ti sola y no piensas dejarme siquiera los intereses!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y con un ademán rápido rechazó a su rival y se apoderó del capital a su vez, oprimiéndole cuidadosamente con las manos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Entonces la esclava defraudada, que estaba muy versada en el conocimiento de las tradiciones del Profeta, dijo a la esclava de Medina: "Yo soy quien debe tener derecho al capital, en virtud de estas palabras del Profeta (¡con él la plegaria y la paz!): "¡Quien hace revivir una tierra muerta, se convierte en su único propietario!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pero la esclava de Medina, que no cedía la mercancía, no estaba menos versada en la suma que su rival de Kufa, y le contestó al punto: "El capital me pertenece en virtud de estas palabras del Profeta (¡con él la plegaria y la paz!) que nos fueron conservadas y transmitidas por Sofián: "¡La casa pertenece, no a quien la levanta, sino a quien le da alcance!"</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Cuando oyó estas citas el califa, le parecieron tan justas, que satisfizo por igual a ambas jóvenes aquella noche.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Luego añadió Schehrazada: "Pero ninguna de estas anécdotas ¡oh rey afortunado! vale tanto como aquella en que dos mujeres discuten para saber si en amor conviene dar la preferencia al joven o al hombre maduro.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
¿PARA QUIEN LA PREFERENCIA? ¿PARA EL JOVEN O PARA EL HOMBRE MADURO?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
La anécdota siguiente nos la relata Abul-Afina. Dice.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
"Un día había yo subido a mi terraza para tomar el aire, cuando oí una conversación de mujeres en la terraza contigua. Las que así charlaban eran dos esposas de mi vecino, cada una de las cuales tenía un amante que la contentaba como no lo hacía el esposo viejo e impotente. Pero el amante de una era un hermoso joven de lo más tierno aún y con las mejillas sonrosadas e imberbes, y el amante de la otra era un hombre maduro y peludo; de barba compacta y espesa. Y he aquí que sin saber que las escuchaban, mis dos vecinas discutían precisamente acerca de los méritos respectivos de sus enamorados. Decía una...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisISOK3XLnIeMGd14nhnTdlDMjMHZ-sjIk3jYEJ11b0-1SVEjxBtph9ZheHNWuCALB_I02i5EX4jf_-6wl-1ms34Bt1uRunZT8uGPl1LFFRbJLulS0P6Gdevmaw40rTUpdMc6L5ZNo4SQ/s1600/0.jpg" /></a></div>
Mayte Duartehttp://www.blogger.com/profile/16401674906869771619noreply@blogger.com0